El SIBER emitió un reporte sobre las tendencias climáticas, donde el escenario se define dentro de márgenes de incerteza razonables, sin una tendencia declarada hacia comportamientos extremos. 

Los principales forzantes climáticos, tanto de escala planetaria como de escala regional, se muestran proclives a mantener una oferta de agua favorable para el territorio entrerriano. Si bien el mes de septiembre hasta el momento no parece responder a este concepto, tanto la circulación como la actividad atmosférica han sido adecuadas. Han habido procesos fallidos o deficientes que no permitieron aprovechar coyunturas favorables, pero el escenario de fondo permite ser optimista de cara a una mejora en la transición hacia el próximo bimestre.

Si bien el Pacífico central presenta condiciones de neutralidad, hay consenso en los modelos de pronóstico del fenómeno ENSO, de que el mismo evolucionará hacia un patrón cálido, el cual se sostendría durante todo el semestre cálido. Es decir, es incipiente pero muy probable el desarrollo de un Niño para la presente campaña de granos gruesos. También hay que decir que todos los modelos de pronóstico convergen sobre un nivel de intensidad que califica como débil. Esto es, podemos tomar El Niño como un seguro contra una seca extrema, pero tampoco debemos tomarlo como garantía de una sobreoferta de agua.

El océano Atlántico no presenta anomalías destacadas. Aparece un calentamiento, pero es poco influyente por el momento, salvo que se potencia durante la primavera, algo que por lo pronto no está previsto. La situación igualmente puede favorecer la mitigación de los enfriamientos tardíos.

El SIBER menciona que la circulación del noreste se ha comenzado a imponer con eficiencia. La misma viene favoreciendo la persistencia de masas de aire húmedo, lo cual siempre es un buen indicio a la hora de anticipar el comportamiento climático que escapa a la visión del pronóstico de corto plazo. Definitivamente, humedad y frecuencia de perturbaciones atmosféricas son puntos que la actualidad cuenta como aliados a la hora de anticipar un buen octubre, es decir un octubre que cubra las expectativas de máximo pluvial.

La provincia no ingresa a octubre con una gran demanda hídrica, más aun si se validan los pronósticos de corto plazo. El escenario climático se define dentro de márgenes de incerteza razonables, sin una tendencia declarada hacia comportamientos extremos. Esto impone optimismo de cara a los resultados para la fina y es una buena perspectiva para el inicio de la gruesa.

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