En Entre Ríos, existen alrededor de 1200 explotaciones lecheras y se estima que el 70% son de menos de 50 vacas en ordeñe.
Así lo indica que el reporte realizado por la Bolsa de cereales de Entre Ríos, a través de su sistema de información agrícola (SIBER), recuerda que el modelo productivo en la provincia es pastoril con suplementación, y hoy se ha instalado un escenario muy desfavorable en la relación precio de la leche versus costo del suplemento (granos).
Además, las lluvias que golpean al litoral desde hace más de un mes, han impactado negativamente la producción de dichos establecimientos. La principal pérdida se debe a que por el exceso de lluvias no hay «piso» para que los animales puedan ingresar a las pasturas o bien que el productor pueda acceder para cortar el heno, esto se refleja en una caída de la producción por falta de alimentación. Por otra parte, también se genera una pérdida en la producción de las pasturas.
Además las condiciones del índice de humedad y temperatura (ITH) han ocasionado un fuerte estrés térmico a las vacas lecheras, especialmente a aquellos rodeos de más elevado potencial de producción individual. Se calcula que la caída de producción con respecto a lo normal para esta época del año oscila entre el 20 al 40 %.
Las consecuencias son muy negativas, sostienen desde el SIBER, ya que la mayoría de los establecimientos atravesaron el año una sequía de gran magnitud y por lo tanto, existe una situación de endeudamiento sumamente crítica que se están agravando con cada lluvia.
Finalmente, los profesionales del sistema de información entrerriano destacan que las serias dificultades que enfrenta el tambero para poder sacar la producción de sus establecimientos, ya sea en forma de leche cruda o en forma de quesos debido a la falta de mantenimiento de caminos (con caminos que no han recibido mejoras en más de 20 años).
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos destaca que la provincia se caracteriza por tener una de las poblaciones rurales de mayor porcentaje en el país y gran parte de ella está ligada a la producción tambera. Departamentos como Nogoyá, Tala, Paraná y Diamante, solo por citar algunos, tienen gran cantidad de tambos-quesería que se encuentran ubicados a más de 50 km de un camino firme. “Esta lamentable realidad ha generado el éxodo de población rural”.
Entre Ríos continúa con una situación crítica en los caminos. Los productores padecen y están seriamente preocupados por la intransitabilidad de los caminos. Existen buenas expectativas en el rendimiento del maíz de primera pero el traslado de la cosecha será un gran desafío para el productor.