INFORME SEMANAL Nº 842

El comportamiento descripto de las precipitaciones, se ve reflejado en el balance hídrico. Si bien recibir cien milímetros de lluvia sobre el Este entrerriano durante el mes de noviembre, no es lo normal ni puede considerarse adecuado, está claro que no es una oferta de agua que pueda considerarse extremadamente baja.
La respuesta hay que buscarla en los suelos, los cuales siempre requieren un plus de lluvia para poder tener perfiles bien dispuestos para cubrir las necesidades de los cultivos.
Si observamos con atención, el balance hídrico encuentra condiciones óptimas en áreas donde las lluvias han tendido a acercarse a los 300 milímetros, una oferta que supera el doble de los valores normales para la época y la zona. La respuesta es una disponibilidad de reserva poco frecuente y que da margen para ingresar al mes de diciembre, pero que también sufrirá retrocesos de no mantearse la frecuencia de precipitaciones.
Evaluando la posibilidad de ingresar en un periodo seco o al menos deficitario a gran escala, que puede caracterizar los primeros diez días de diciembre, es obvio que el Oeste estará mejor preparado para enfrentar esta circunstancia. El aporte de las lluvias de mañana o le sábado sería minino a la hora de plantear un recuperación significativa.
Entendemos que la situación de fondo volverá a ser favorable desde el punto de vista pluvial para toda la provincia, una vez superado el efecto del avance de esta que puede ser la última irrupción de aire frío del año. La fuerte remoción de las masas de aire húmedo que se observará tras el pasaje frontal, condiciona el arranque del mes de diciembre. Estas circunstancias dinámicas mejoran desde finales de la semana próxima. Con el reposicionamiento del aire tropical, llegarán las reposiciones de humedad. Por delante hay diez días de cierta exigencia para los cultivares entrerrianos.