PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 16 AL 22 DE MAYO DEL 2018

Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones

El cambio en el patrón pluvial luego de las grandes lluvias que se observaron en gran parte de la región pampeana en la primera década de mayo, se ha visto favorecido en los últimos días por el avance de aire frío y seco, que finalmente removió los restos de la masa de aire que dejó tan abundantes precipitaciones.
El jueves y viernes de la semana pasada, entre lluvias débiles y lloviznas, con algunos chaparrones sobre el sudeste de la provincia, el tiempo inestable y húmedo, con frecuentes nieblas y neblinas matinales, comenzó a dar paso a jornadas típicamente otoñales, reflejándose fundamentalmente en un alto grado de insolación y en un ambiente mucho más seco. En estas últimas jornadas los amaneceres más fríos se  observaron sobre los departamentos del este, aunque el piso de las temperaturas mínimas estuvo cercano a los 3ºC. Estimamos que el alto contenido de humedad de los suelos, modero el enfriamiento del suelo y en este sentido es improbable que se hayan registrado heladas.
En esta última semana, las precipitaciones sumaron unos pocos milímetros, en algunos departamentos, lloviznas que no dejaron registros. Como mencionamos sobre zonas del sudeste provincial se dieron algunas precipitaciones más intensas, asociadas a un área de inestabilidad que por entonces afectaba el estuario del Río de la Plata y el sur de Uruguay.
El buen tiempo que se ha venido observando, tiende a perfilar una evolución de las condiciones meteorológicas en términos más cercanos a los normales. Como hemos comentado la semana pasada, con lo que llovió en los primeros diez días de mayo, toda la provincia ha superado los valores estadísticos del corriente mes. Hacia el domingo pueden aumentar las coberturas nubosas, pero las chances de precipitaciones débiles recién aumentan cambiando del lunes para el martes. Los primeros días de junio pueden traer un evento con lluvias más copiosas.

ESTADO DE LAS RESERVAS AL 23 DE MAYO DEL 2018

El balance hídrico se ha ido equilibrando en base al natural escurrimiento de los excesos que la semana pasada eran comunes en gran parte de las áreas agrícolas principales. La persistencia de buen tiempo facilita el proceso de oreado de los suelos y la situación va convergiendo sobre un escenario muy favorable, difícil de anticipar a finales de marzo.
Más allá de las intenciones de siembra, todo parece indicar que la fina podría llevarse adelante sin limitantes hídricas. El comportamiento pluvial que se está vislumbrando para la primera quincena de junio, no remite a pensar en la repetición de una sobreoferta de agua como la de principios de mayo. Si se perfila que las lluvias seguirán presentándose sobre la franja este del país, ahora respondiendo a un patrón más cercano al climático, con acumulados que disminuyen de este a oeste.
Partiendo de las condiciones actuales de humedad, la necesidad de lluvias para mantener los suelos en niveles aptos para el laboreo, es mínima. Es más, en aquellas zonas donde el comienzo de la fina es inminente sería favorable que las precipitaciones se mantuvieran ausentes al menos por otra semana. Como mencionamos antes, esto no sería una situación imposible de validar, con lo cual las zonas que han logrado orear los lotes en forma efectiva y disponen de buenos accesos, tienen un período favorable para arrancar con las tareas de implantación. Es improbable que toda la primera semana de junio transcurra sin precipitaciones. Sabiendo que no se está volviendo a un escenario de exceso pluvial, podemos decir que el pronóstico de corto plazo se constituirá en la herramienta primaria para decidir el avance de las siembras. Al presente, desde el análisis que podemos hacer vía el balance hídrico que se mapea, no parecen haber limitantes de humedad para la implantación de trigo u otras especies de invierno.

Mapa de reservas
Mapa de reservas
Mapa de reservas
Mapa de reservas

COSECHA DE SOJA DE PRIMERA

En la provincia de Entre Ríos se cosechó el 91 % (835.000 ha) de la superficie sembrada con soja de primera que fue de 917.700 ha.
El rendimiento promedio provincial se ubica en 1.100 kg/ha, con un área que no será cosechada de aproximadamente el 2 % (20.000 ha). Los rendimientos promedios por zona más bajos se sitúan hacia el centro Norte del territorio (Figura 1), donde los valores oscilan entre 700 a 900 kg/ha.
De mantenerse el rendimiento promedio y descontando el área perdida, la producción se situaría alrededor de 987.470 toneladas (t). Por lo tanto, se proyecta una caída con respecto al ciclo anterior del 65 %, lo cual equivale a una disminución en 1.832.390 t.

COSECHA DE SOJA DE SEGUNDA

El avance en la cosecha de soja de segunda es del 54 % (157.500 ha) sobre un área total de 291.700 ha.
El rendimiento promedio provincial se posiciona en 750 kg/ha y se estima que aproximadamente 14.500 ha (5 %), no serán cosechadas.
Al igual que lo detectado en la soja de primera, los rendimientos promedios por zona más bajos se sitúan hacia el centro Norte del territorio (Figura 2), donde los valores oscilan entre 250 a 500 kg/ha.
De mantenerse el rendimiento promedio y descontando el área perdida, la producción se situaría alrededor de 207.900 t. En consecuencia, se visualiza una caída con respecto al ciclo anterior del 63 %, lo cual equivale a una disminución en 353.125 t.

COSECHA DE SORGO

A nivel provincial se cosechó el 70 % de la superficie total con sorgo que es de 84.000 ha. Del total implantado en el ciclo 2017/18, el 26 % (22.000 ha) del área corresponde a sorgo forrajero o doble propósito.
El rendimiento promedio provincial se sitúa alrededor de 3.900 kg/ha, de mantenerse este valor, la producción total sería de 241.800 t.

COSECHA DE MAÍZ DE SEGUNDA Y/O TARDÍO

En Entre Ríos el avance de cosecha del cereal se posiciona en un 20 %, sobre un total de 49.900 hectáreas implantadas con maiz tardío y de segunda.
El rendimiento promedio de los últimos cinco años es de 5.347 kg/ha, hasta el momento, el área cosechada presenta un rinde promedio que se ubica aproximadamente 40 % por debajo de la media del último lustro (Tabla 1).
El progreso de las labores se encuentra limitado por la humedad del grano, ya que el productor no quiere sumar el costo de secado.
Los colaboradores informaron que se han abandonado lotes por completo.

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