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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 01 AL 06 DE MARZO DEL 2018
La transición de febrero para marzo no ha presentado variantes en el comportamiento pluvial. Dentro de este contexto, el pasaje de un sistema frontal durante el fin de semana, volvió a generar condiciones de inestabilidad que promovieron coberturas nubosas generalizadas. No sorprende, sin embargo, que la oferta de agua haya sido mínima, cantada con algunos milímetros o en forma de lloviznas. Eventualmente y en áreas reducidas, aparecieron algunos chaparrones, como en la zona de influencia de Paraná, lugares puntuales de Villaguay y Uruguay. En el extremo noreste de la provincia se concretaron algunas tormentas más generosas, con lugares puntuales que dejaron hasta cuarenta milímetros, toda una novedad para las condiciones de oferta dominante.
Luego del pasaje frontal, la masa de aire fue cambiando, observándose un descenso de las temperaturas y de la humedad, lo cual vuelve a imponer condiciones restrictivas para dinamizar el desarrollo de sistemas precipitantes. Este concepto es elemental a la hora de presentar una perspectiva para el desarrollo de lo que resta de la semana, aun cuando el viernes una nueva perturbación volverá a inestabilizar las condiciones del tiempo en el sur de la región pampeana.
Ajustándose al avance de la zona frontal, las condiciones del tiempo se irán desestabilizando, lo cual se verá reflejado en el aumento de las coberturas nubosas. El punto crucial es lo antedicho. Con una masa de aire seca o con bajo contenido de humedad, es difícil que la perturbación pueda generar lluvias de peso. Lo más probable es que se repita el escenario del fin de semana pasado, es decir, lluvias raleadas y modestas, lloviznas por sectores y con algún chaparrón disperso, con distribución discrecional, poco previsible don las herramientas de gran escala. El panorama seco, lamentablemente continúa.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 7 DE MARZO DEL 2018
Que la sequía se generalice sin excepciones, a esta altura, ya no sorprende a nadie. Como acabamos de ver, las lluvias de ningún modo han logrado generar un auxilio capaz de mitigar la situación, Observemos por ejemplo, que ni siquiera sobre el noreste de la provincia, se ha lograda salir del escenario de escasez extrema.
En muy pocas ocasiones el balance hídrico se generaliza encaminando los resultados hacia la condición más baja de la escala. En lo que va del año, esta situación se ha venido observando con una continuidad muy perjudicial y que en este comienzo de marzo ya no encuentra ni en áreas menores algún reducto mejorado.
Hemos aclarada en varias ocasiones que este es un modelo teórica, que simula la realidad de campo pero no es la realidad. Estimamos que las diferencias pueden estar concretándose en algunos bajos, pero el dominio del patrón seco es inexorable.
Entendemos que los cultivos de verano ya están cerrados y los resultados expuestos. La campaña no será buena, salvo en aquellas afortunadas áreas reducidas y puntuales, donde la casualidad y el oportunismo de algunos chaparrones hayan permitido definir una condición mejorada respecto del contexto general.
La condición de partida que define este mapa, incluso con algunas diferencias respecto de la realidad de campo, es de mucha incerteza para el comienzo de otoño. La transición estacional es la última oportunidad para esperar en un cambio en el comportamiento pluvial. De no mediar esta mejora, habrá que trabajar con mucho cuidado las decisiones a tomar de cara al inicio de la fina.
El seguimiento del patrón pluvial entre mediados de marzo y mediados de abril es el objetivo principal para el monitoreo de las condiciones meteorológicas de gran escala.
SE AGRAVA LA SITUACIÓN DE LA SOJA EN LA PROVINCIA DE ENTRE RÍOS
Las escasas precipitaciones acaecidas no han logrado modificar el escenario de sequía que domina a la provincia de Entre Ríos, lo cual genera pérdidas diarias en el rendimiento de la soja.
La soja de primera tuvo valores de precipitación aceptables entre noviembre y diciembre (aunque no alcanzaron los valores históricos), pero lamentablemente entre enero y febrero la precipitación disminuyó abruptamente. Esto redujo drásticamente el rendimiento potencial.
La situación más grave se aprecia en la soja de segunda (el trigo consumió gran parte de las reservas hídricas), las cuales no fueron recargadas entre los meses de enero y febrero.
Es importante mencionar que debido al bajo potencial de rendimiento, en algunos casos, los lotes que fueron destinados al pastoreo.
Los colaboradores reportan el gran deterioro que se observa semana a semana, con el riesgo de que se vea afectada la calidad comercial. La sequía está acortando el período reproductivo y por lo tanto, la muerte prematura de las plantas trae aparejado el incremento en el porcentaje de granos verdes.
COSECHA DE MAÍZ DE PRIMERA
En la provincia de Entre Ríos se cosechó el 58 % (154.570 ha) de la superficie sembrada con maíz de primera que fue de 266.500 ha.
El rendimiento promedio provincial se sitúa en 4.500 kg/ha, esto representa una disminución del 32 % (2.107 kg/ha) en relación al ciclo 2016/17 que tuvo un rendimiento promedio de 6.607 kg/ha.
De mantenerse este rendimiento promedio provincial y considerando que el aproximadamente 11 % (30.000 ha) se destinó al consumo animal, la producción se ubicaría alrededor de 1.064.250 t. Por lo tanto, se proyecta hasta el momento una caída del 32 % (509.440 t) con respecto al ciclo 2016/17 que tuvo una producción de 1.573.690 t.
Los colaboradores reportan que debido a la escasa disponibilidad forrajera, en algunos casos los productores han confeccionado rollos con el rastrojo del maíz.
En la Figura 1 se puede apreciar el grado de avance por zona y el rendimiento promedio obtenido.
