INFORME SEMANAL Nº 798

A pocos días de concluir el primer mes del período estival, el indicador ENSO ha evolucionado hacia un enfriamiento sostenido. Sin dudas, el Evento Niña está instalado y continuará con su influencia al menos hasta el final de la campaña, inclusive la intensidad del mismo ha aumentado de débil a moderado; con anomalías de temperaturas de la superficie del mar 1,0 a 1,5 grados Celsius por debajo de la media. Este contexto se traduce en lluvias por debajo de los valores esperados con un régimen aleatorio impactando obviamente en el desarrollo y rindes de los cultivos.
Para hacer referencia a la principal región agrícola de nuestro país y el impacto que este evento de escala global produce, la Figura 1 que presentamos indica la reserva de agua útil en el suelo al 22/01. Recuerde siempre que este mapa se realiza simulando sobre el terreno una pradera permanente. Solo el sur de Santa Fe, centro sur de Córdoba, este de Entre Ríos y sureste de Buenos Aires presumen  un estado regular de las reservas. Sin embargo, claramente domina un escenario de déficit hídrico donde escasea el paso holgado de las reservas. En este sentido, los factores más influyentes se relacionan con: el marginal ingreso de flujos de humedad hacia latitudes de la región pampeana incidiendo directamente en el patrón pluvial y el alto rigor térmico promoviendo elevada evapotranspiración.
 Como mencionamos, este impacto térmico e hídrico tiene su correspondencia en la estimación de la oleaginosa para nuestro país donde el USDA en su último reporte informa una disminución de 57 MTn - Diciembre a 56 MTn - Enero. En contraparte, si observamos la zona del Mercosur en su conjunto, claramente Brasil continúa liderando el ranking de producción pasando de 108 MTn – Diciembre a 110 MTn – Enero ayudado por las excelentes lluvias en lo que va del trimestre cálido, e inclusive recuperándose la parte sur del vecino país, donde el estado productor de Río Grande Do Sul había quedado postergado por las lluvias.
El camino hacia el mes de Febrero no presenta grandes cambios. La Niña impone sus condiciones con similares características a lo que venimos observando; es decir, un patrón pluvial heterogéneo y mayormente deficitario. Toda la atención se concentra entonces en la recomposición de la circulación a escala regional como uno de los principales mecanismos para inyectar humedad en capas bajas de la atmosfera a latitudes de la región pampeana y que se traduzcan en recargas efectivas.
En este sentido, y en un contexto de elevada variabilidad climática, el monitoreo a corto plazo cobra alto protagonismo en el desarrollo del Maíz y Soja para definir la producción y rindes de los cultivos en la actual Campaña.