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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 18 AL 24 DE MAYO DEL 2016
Las precipitaciones de esta última semana han sido prácticamente nulas. A pesar de esto, algunas madrugadas fueron muy húmedas lo cual favoreció que se sucedieran jornadas con amaneceres con nieblas o neblinas y en algunos casos algunas lloviznas.
Las estaciones automáticas de la red de la BCER, han logrado captar algunos corredores donde las lloviznas lograron sumar entre medio y un milímetro a lo largo de la semana, medidas que escapan a las observaciones convencionales o mayoritariamente no son tenidas en cuenta a la hora del registro. Lo cierto es que este tipo de evento no producen cambios en la disponibilidad de humedad del suelo, pero si hacen corta la extensión de los días para las labores que aún deben llevarse adelante. Es importante destacar que los amaneceres con alto nivel de humedad relativa son típicos del mes de mayo, por lo tanto en este sentido la situación se ajusta a lo esperado.
La oferta de agua de lo que va del mes de mayo sigue por debajo de los valores normales y es muy poco probable que este patrón se modifique. Las perspectivas de corto plazo muestran algunas lloviznas y lluvias débiles que se concretarían entre el viernes y el sábado. Luego el tiempo volvería a una situación similar como la que ha predominado en gran parte del mes, con tránsito de nubosidad baja, mejores posibilidades de insolación hacia el mediodía y las primeras horas de la tarde, pero con tendencia que se mantengan cortas las jornadas de labores de cosecha. Esta tarea deberá ser abordada en las condiciones que imponen las circunstancias actuales, dado que no se perfila un patrón demasiado diferente para el comienzo de junio. Obviamente que para el maíz las posibilidades son mejores.
Por lo pronto, en el corto y mediano plazo, no se anticipan sistemas precipitantes capaces de volver a generar excesos hídricos.
ESTADO DE LAS RESERVAS Al 25 DE MAYO DEL 2016
Habiendo transcurrido otra semana libre de precipitaciones, la situación se mantiene muy cercana a los valores adecuados de reserva. Como siempre recordamos este balance se hace para una pastura con un consumo permanente y en tal sentido es posible que campos que ya están en barbecho o donde aún no se ha cosechado las reservas sean superiores. En todo caso el escurrimiento de los excesos hídricos está dejando un patrón favorable para el inicio de la fina, en casos en los que los lotes hayan quedado en buenas condiciones para abordar esta tarea.
El fenómeno de El Niño que dejó las inusuales lluvias del mes de abril se ha neutralizado. Si bien la atmósfera tiene cierta inercia en su circulación para recibir estas señales oceánicas, la escala regional impone un patrón conducente de mucha estabilidad y por lo tanto de lluvias muy escasas. Las ondas que avanzan desde el oeste encontraron desde finales de abril, zonas de alta presión en el este que a lo sumo han permitido la formación de nubes bajas, con lloviznas o algún chaparrón disperso. Estructuralmente esto no se estará modificando en forma perentoria. De esta manera mayo cerrará seco en cuanto a lluvias a pesar de haber predominado un ambiente húmedo.
Se consideramos el desarrollo pluvial de los primeros cinco meses del año, vemos una alternancia que impone una variabilidad significativa en el patrón dominante. Sin embargo febrero y abril se imponen para borrar cualquier rastro de deficiencia pluvial. Paradójicamente el mes de enero con sus veinte días finales de lluvias muy escasas golpeó a la soja en un momento de alta demanda. El deterioro se interrumpió con la llegada de las lluvias en febrero, las cuales se saltearon el mes de marzo para dejar en abril excesos que hacen difícil aún obtener un balance de esta campaña.
ACTUALIZACIÓN DE LAS PÉRDIDAS ECONOMÍCAS EN SOJA
La cosecha de soja en la geografía entrerriana se encuentra cerca de su finalización, luego de atravesar un escenario climático totalmente adverso en el mes de abril, proyectándose que al día de la fecha se ha trillado el 90% el área total implantada.
En base a la Red de Centrales Meteorológicas Automáticas se diseñó la precipitación promedio diaria y la precipitación acumulada diaria para Entre Ríos durante el mes de abril. Se puede apreciar que el monto promedio provincial fue levemente superior a 350 mm versus 120 mm normales, existiendo sitios ubicados al norte del territorio donde los montos que superaron los 700 mm.
En conclusión la lluvia promedio acumulada a nivel provincial en abril del 2016 se triplicó.
Por otra parte, los primeros 20 días del mes hubo precipitaciones diarias, detectándose tan solo 7 días sin lluvias y/o con eventos aislados inferiores a 1 mm/día.
Por lo tanto, toda la actividad de trilla se paralizó, generándose un retraso de prácticamente un mes, tal como se aprecia en el Gráfico Nro. 2 (elaborado en base a datos estadísticos del SIBER).
No obstante, el retraso en la recolección de la oleaginosa es tan solo un detalle menor, si se lo compara con el fuerte impacto económico negativo que se está detectando en el ingreso del productor.
En la campaña 2015/16 se implantó un total de 1.345.400 ha de soja, conformada el 87% por soja de 1era y el 13% restante por soja de 2da, existiendo aproximadamente un nivel de arrendamiento del 70% sobre el área total cultivada, ver Tabla Nro. 1.
La Tabla Nro. 2 resume los gastos que normalmente debe afrontar el agricultor al cultivar soja, que abarca desde la siembra hasta la cosecha; lo cual incluye desde el costo de la semilla hasta su cosecha, secado, transporte, etc.
En el análisis se consideró un costo de arrendamiento de 700 kg/ha y una humedad de cosecha del 16%. Cabe aclarar que la humedad de recibo en acopio es del 13,5% y en esta campaña el factor climático impidió cosechar con baja humedad en el grano; generándose por lo tanto un costo extra por la necesidad de secado.
En lo que respecta al flete se computó un flete corto de 50 km (del lote cosechad hacia el acopio) y 250 km (desde el acopio hacia el puerto).
Finalmente se considera una cotización de la soja de 3.500 $/tn.
Resumiendo, en base al área total implantada se estimó que los productores efectuaron una inversión total de $10.486.720.300.
Analizando la inversión a nivel de hectárea sembrada se deduce que los productores tuvieron un gasto promedio fue de 7.795 $/ha, lo cual equivale a un rendimiento de 2.227 kg/ha.
Las lluvias de abril perjudicaron fundamentalmente a los lotes sembrados con soja de 1era, evaluándose que aproximadamente el 10% de la superficie se ha perdido.
En base a las consultas semanales realizadas a la Red de Colaboradores se generó el Gráfico Nro. 3, donde se muestra el avance en las labores de cosecha de la soja de 1era junto con la evolución del daño detectado y la evolución del rendimiento de las hectáreas cosechadas con el rendimiento ajustado en base al área implantada y el factor promedio alcanzado (esto representa el ingreso real del productor).
Al 31 de marzo no existía daño en la calidad, pero solamente se había cosechado el 3% de la superficie cultivada con soja de 1era obteniéndose un rendimiento de 2.000 kg/ha.
Cabe aclarar que normalmente se tolera hasta el 5% de granos dañados, lo cual equivale a factor 100 y por encima de este umbral el productor sufre descuentos en el pago.
Al finalizar el mes de abril se había cosechado apenas el 17% del área de soja de 1era, observándose un daño del 30% en la calidad, con una disminución del rendimiento de lo cosechado que se ubicaba en 1.900 kg/ha. Pero lo más grave, era que el rendimiento ajustado (considerando el área total sembrada y el factor promedio) se posicionaba 1.300 kg / ha sembrada.
Como puede observarse, el promedio provincial de todo lo que se cosechó en el mes de mayo tuvo un daño de por lo menos el 30%, con un rendimiento de chacra de aproximadamente 1.900 kg/ha y un rendimiento sobre lo sembrado ajustado por el factor (que promedia 73%) de 1.251 kg/ha.
Para el caso de la soja de 2da, actualmente presenta un avance del 70%, con un rendimiento de chacra se sitúa en 1.800 kg/ha con un daño promedio del 15%, que equivale a un factor del 90% (debido a que existe un 5% de tolerancia).
Por lo tanto, el rendimiento promedio ajustado por la superficie sembrada y el factor se posiciona cercano a 1.620 kg/ha.
De mantenerse estos parámetros se proyecta un rendimiento promedio sobre el área sembrada ajustado por el factor que sería de 1.251 kg/ha y por lo tanto la producción ajustada por calidad se sitúa en 1.682.819 tn.
En conclusión los productores tuvieron un costo por hectárea de 7.795 $/ha y recibe un ingreso de tan solo 4.378 $m, esto representa una pérdida de -3.417 $ por hectárea cultivada.
Concluyendo y en pocas palabras, a nivel provincial los productores efectuaron una inversión total de $10.486.720.300 y tendrán un ingreso de $5.889.866.850, con lo cual se genera una pérdida total de $-4.596.853.450.
Este resultado económico es alarmante, ya que a fines de mayo el productor deberá afrontar el pago de insumos, arriendos, créditos, etc. Junto con deudas atrasadas de campañas anteriores.
Hasta el momento ni el productor ni su cadena de financiación (acopios y cooperativas) cuentan con las herramientas adecuadas que le permitan salvar esta situación.
Aclaramos que este análisis será nuevamente actualizado cuando se culmine con la trilla del 10% del área que queda por trillarse.