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PRECIPITACION ACUMULADA DEL 1 AL 7 DE JULIO DE 2015
La primera semana del mes de julio ha transcurrido con lloviznas dispersas que se generaron a partir de la humedad residual y el avance de aire frío en el comienzo del fin de semana pasado y otros eventos similares que se repitieron con el pasaje de nubosidad que se ha observado durante el día lunes. La suma de las lloviznas apenas logran registros que superan el medio milímetro y muy ocasionalmente alcanzaron el milímetro, es decir vuelven a ser precipitaciones que no estaríamos representando si no fuese a partir de datos recogidas por las centrales automáticas de la BCER.
Las características de las precipitaciones de esta primera semana de julio, reinstalan lo vivido durante junio y por lo pronto no hay expectativas de cambios significativos en este patrón. En particular para este fin de semana, si bien se esperan precipitaciones, la mayoría de los modelos de pronóstico nuevamente están anticipando lluvias menores. En todo caso podrían potenciarse las precipitaciones sobre la franja este de la provincia durante el domingo y dejar marcas de mayor volumen. En general el contexto dinámico no es el más propicio como para que se desarrollen tormentas o lluvias de gran porte.
De acuerdo a lo que se viene manejando en la tendencia climática, el monitoreo de la temperatura ha permitido ir validando el desarrollo de un invierno moderado, de poco rigor térmico. Como corresponde a la época se han dado enfriamientos, pero de ninguna manera estamos ante la presencia de condiciones rigurosas. Sin ir más lejos, luego de algunas heladas observadas el último fin de semana, el aire templado y con mayor contenido de humedad se ha reposicionado con facilidad, avalando como escenario más probable la continuidad de un invierno benigno.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 8 DE JULIO DE 2015
A gran escala el balance hídrico arroja resultados satisfactorios en la mayor parte de la provincia. Con las lluvias de los últimos días de junio y las lloviznas de la última semana, las reservas adecuadas se imponen en gran parte del territorio, incluso con algunos sectores que superficialmente aún presentan excesos hídricos.
El epicentro de la zona más seca sigue siendo el centro de la provincia. En esta época del año no son necesarias grandes lluvias para salir de un estado de reserva escaso o incluso de un estado de sequía. Con unos 40 milímetros esta zona se recompone, sin embargo las previsiones no apuntan a ese número en el corto plazo. En esta zona central de la provincia y también en sectores del noroeste, se han concentrado los valores más escasos de precipitación, los cuales también se evidenciaron en el sur del sudeste de la provincia. A pesar de que han sido diversas las zonas con precipitaciones pobres, el departamento Villaguay es el que se viene consolidando con las reservas más deficitarias.
Veremos lo que ofrece el fin de semana, el cual como dijimos, presenta cierta incerteza en los pronósticos, en general con mayor probabilidad de que se concreten lluvias menores, pero podrían darse algunas sorpresas, las cuales serían muy favorables si se desplazan hacia las zonas secas del centro.
Las áreas con mayor potencial para la fina siguen transitando el trimestre de invierno con buenas reservas de humedad. Sería más que favorable que el frío alcance con mayor intensidad y persistencia el sudoeste de la provincia. Se espera que luego de las lluvias o el mal tiempo del fin de semana, se renueve la presencia de aire más frío. Esto es bueno, dado que en esta época los cultivos implantados requieren temperaturas medias más bajas que las que han predominado y que las mismas sean persistentes.
ACTAULIZACION TENDENCIAS CLIMATICAS - elaborado por la Consultora Climatológica Aplicada
TENDENCIAS CLIMÁTICAS
Indicadores de Escala Global
El fenómeno de El Niño está instalado a pleno como principal forzante climático para el desarrollo del semestre cálido venidero. El típico gráfico que resume el promedio de los desvíos de la temperatura superficial del mar, muestra el despliegue de la lengua cálida que, con epicentro en el sector costero de Perú y Ecuador, se expande hacia la zona central del Pacífico Ecuatorial. En este sector en las últimas semanas el desvío de las temperatura ha alcanzado 1.5ºC (1 grado por encima del límite de la neutralidad), mientras que sobre la costa ha superado los 2.5ºC. Es decir el evento se está desarrollando afianzando una tendencia hacia una intensidad moderada. El mismo seguramente tenderá a forzar la oferta de agua a superar los valores normales o al menos mantener un piso en los valores estadísticos, disminuyendo la probabilidad de sequias en momentos críticos de la campaña.
En el mismo sentido que le damos importancia al fenómeno de El Niño debemos remarcar, como lo venimos haciendo desde hace más de un año, el calentamiento del litoral Atlántico, el cual amen de ser un potencial oferente de masas de aire más
húmedo que lo normal, está moderando claramente el comportamiento de las temperaturas. Es oportuno decir que el año pasado tuvo precipitaciones que en muchos sectores fueron record, sin que se observara la presencia de El Niño. Este fenómeno apareció muy débil en la última parte del año y se mantuvo insinuado durante el verano, para tomar un significativo impulso durante el último otoño.
Indicadores de Escala Regional
El calentamiento del Atlántico afecta fuertemente a los indicadores de escala regional. Si bien en esta época del año deberíamos estar observando un mayor predominio de flujos del sector sur, esto no está consolidado. El resumen térmico del último bimestre así lo evidencia: tanto mayo como junio han tenido marcados desvíos positivos de las temperaturas y esto no puede asociarse al predominio de la circulación del sector sur.
La situación actual, es de cuidado. La primera alarma se ha encendido en sectores del noroeste de BA. Si bien se arrastraba un extendido período deficitario desde casi comienzos de mayo, el volumen de agua observado en las últimas jornadas de junio en esta zona de BA, es inusualmente elevado.
Normalmente en esta época del año a las masas de aire húmedo les cuesta mucho reposicionarse en la zona núcleo, sin embargo, tanto el año pasado como el corriente, esto no es lo que está sucediendo. Si no se habían producido precipitaciones antes, era por cuestiones dinámicas poco propicias para el desarrollo de las mismas en niveles medios de la atmósfera. En cuanto el patrón estable se modificó, la humedad atmosférica estaba disponible, y las lluvias regresaron. Este regreso era esperado, sin embargo la sobreoferta de humedad se tradujo, por sectores, en notables sistemas precipitantes, los cuales cuando coinciden con zonas vulnerables a estos excesos pluviales, replican problemas históricos.
La posibilidad de que se vuelvan a concretar lluvias como las recientes en el noroeste de BA queda latente. Los factores que la causaron siguen estando presentes y por lo tanto no se puede soslayar la posibilidad de que los mismos operen en el mismo sentido. Lo difícil es establecer el epicentro donde pueden reaparecer estos nuevos sistemas precipitantes. Por lo pronto, podemos decir que ER, centro sur de SF y la mayor parte del norte y este de BA, configuran la zona con mayor probabilidad de volver a ver este tipo de eventos, al menos durante el invierno. Como es claro dentro de esta vasta región, el sur de SF, sudeste de CB y noroeste de BA configuran una zona particularmente vulnerable, pero los últimos años ya hemos tenido anegamientos e inundaciones extendidas a otras zonas de BA.
Dadas las condiciones de circulación que parecen seguirán predominantes durante el invierno, el problema estará latente. Si se observa un afianzamiento de la circulación del sur o del este, el riesgo disminuye. El cambio hacia un ambiente más frío sería muy propicio. Apelando a la habilidad como observador que tiene el productor agropecuario, es recomendable monitorear la circulación del aire. La persistencia de vientos del sector sur o al menos una disminución en el patrón anómalo del sector noreste impondrá un situación menos riesgosa.
CONCLUSIONES
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. El fenómeno de El Niño esta afianzado y ha ingresado en una etapa de intensificación. Los pronósticos lo posicionan como moderado para el inicio del semestre cálido del hemisferio sur y seguramente afectará el desarrollo de toda la campaña 2015/16, con mayor impacto en la última parte de este año.
2. El calentamiento del Atlántico sigue presente y se mantiene como fuente de humedad para el desarrollo de sistemas precipitantes. A diferencia del año pasado, al presente, la dinámica atmosférica no es tan eficiente y los eventos pluviales están más distanciados. A pesar de esto, se han observado lluvias de porte inusual para el mes de junio y en este sentido no podemos desdeñar la posibilidad que se repitan en el próximo bimestre. Este indicador es más potente que El Niño en el trimestre frío. Desde septiembre ambos trabajan en el mismo sentido, es decir, aumentan la probabilidad de que las lluvias se corran por encima de los valores normales.
3. Las temperaturas también parecen estar sesgadas positivamente. Es decir, es poco probable que el resto del invierno muestre un patrón térmico que evolucione para definir fuertes anomalías negativas. O sea es más probable que el invierno se mantenga con un ambiente benigno. No estamos diciendo que no vayan a concretarse enfriamientos destacados, pero es probable que los mismos sean poco frecuentes. Consecuentemente en las anomalías mensuales no se detectarán como desvíos negativos de importancia, lo cual limita el rigor ambiental.
4. Un invierno benigno y húmedo, puede anticipar una primavera que rápidamente muestre un aumento en la oferta de agua.
COSECHA DE MAÍZ TARDÍO Y DE SEGUNDA
Restando escasos lotes por recolectar, el SIBER da por finalizada la cosecha de maíz de segunda y tardío, que en ciclo 2014/15 abarcó 63.600 hectáreas.
Al cierre del informe semanal el rendimiento promedio se ubicó en 4.700 kg/ha, la causa de la variación que ha sufrido el mismo a lo largo de la cosecha fue condicionada fundamentalmente por la fecha de siembra.
De mantenerse dicho rinde la producción rondaría las 300.000 tn, que sumado al maíz de primera (1.226.760 tn) arrojaría un total de 1.526.760 tn de maíz en la provincia.
Proximamente la Bolsa de Cereales de Entre Ríos dará a conocer el Informe de Producción por departamento.
SIEMBRA DE TRIGO Y CONDICIÓN DEL CULTIVO
Habiendo pasado más de dos semanas desde el último dato brindado por el SIBER con respecto a la siembra de trigo en la provincia de Entre Ríos en el cual se mencionaba que el avance de siembra se posicionaba en el 25% de una intención de área a implantar que se ubica alrededor del 60% menos a la campaña pasada, en la actualidad el progreso en la implantación se sitúa en el 68%.
Este porcentaje se condice con que se produjeron las tan esperadas precipitaciones que revirtieron el estado de humedad de los suelos y que todavía sigue en vigencia la fecha límite para la implantación de cultivares de ciclo corto.
Hasta el momento el estado fenológico se ubica desde emergencia a macollaje los lotes sembrados más tempranos, el informe de los colaboradores indica que el estado general del cultivo se encuentra en buenas condiciones con buenos nacimientos incluso en los sembrados en seco.
De todas formas no se debe olvidar que este ciclo agrícola se posiciona como el que menor cantidad de hectáreas dedicará al cereal en los últimos quince años.