INFORME SEMANAL N ° 996

Las áreas en sequía crecen sobre muchas zonas de la provincia a medida que transcurren semanas sin que se revierta el patrón pluvial deficitario. Las buenas lluvias de septiembre ya son lejanas y las recuperaciones parciales de octubre seguramente fueron bien aprovechadas por los cultivos de la fina. Observemos que solo un pequeño sector en las vecindades de Paraná donde se ha acumulado lluvias cercanas a los treinta milímetros, presenta un estado de reserva regular. Esto de alguna manera cuantifica la demanda de los suelos entrerrianos. Se necesitan lluvias de milimetrajes generosos para mitigar el proceso de secamiento de los suelos provinciales.
En muchas ocasiones lo hemos aclarado, pero es bueno recordarlo, que en este mapa se simula como cobertura una pastura de consumo constante a lo largo de todo el año. En consecuencia, lotes que pueden haber estado en descanso esperando la gruesa, posiblemente muestren una situación menos exigida. Dicho esto, entendemos que las deficiencias hídricas superficiales son generalizadas y potencialmente esto debería estar afectando el normal avance de las siembras de soja.
Es muy importante que se validen las lluvias previstas para el domingo. Esto servirá para corroborar una menor influencia estabilizadora de la zona de alta presión del Atlántico sobre la provincia. Si se concretan estas lluvias, se abre el camino para otro evento hacia el día martes y esto podría provocar una recuperación más consistente. No podemos asegurar que los dos eventos lograrán compensar la pobre performance pluvial de octubre, pero sin dudas que entre el domingo y el miércoles pueden acumularse precipitaciones que logren mejorar el escenario hídrico, al menos en las reservas superficiales. Esto garantizaría una recuperación en el ritmo de las tareas de siembra y también resultaría en un auxilio indispensable para las sementeras de maíz. Lo que viene es una ventana húmeda dentro de un contexto pluvial que todavía seguirá corrido negativamente.