PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 17 AL 23 DE JULIO DEL 2024

Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones
Mapa de precipitaciones

Entre el jueves y viernes de la semana pasada, se observaron condiciones algo más inestables que interrumpieron la escasez pluvial dominante de las semanas previas. Como vemos en el mapa, las lluvias observadas no fueron destacadas, salvando una línea de inestabilidad más productiva que atravesó un sector de la franja central de la provincia. Los registros más abundantes tendieron a ser muy concentrados, con máximos en Paraná, Maciá y Concepción del Uruguay, donde puntualmente se superaron los veinte milímetros. Este patrón quedó muy lejos de poder reproducirse en otros sectores de la provincia, donde en general se registraron lluvias modestas o incluso no llovió. Durante el fin de semana, se observó un refuerzo en la entrada de aire frío, el cual no logró consistencia y ya para comienzos de esta semana la circulación del norte se fortaleció con el transporte de aire tropical que logró imponerse y que aún tiene presencia en gran parte del centro norte del país. La llegada de este aire, mezclado con la masa de aire que venía dominando en la primera parte del mes facilitó la continuidad de procesos de condensación en capas bajas, por momentos neblinas, pero con bastantes repeticiones en el despliegue de nubes bajas. Esta condición favorable en términos de la disponibilidad de humedad en las capas bajas de la atmósfera, no logra converger con perturbaciones importantes que generen movimientos verticales significativos. De este modo es poco eficiente el proceso de acumulación de humedad cercano a la superficie. En todo caso, podemos considerar que el sistema pierde menos debido a la escasa exigencia atmosférica, pero no está incorporando nada significativo y como venimos analizando, esto se viene repitiendo a lo largo de los últimos dos meses. Con la atmósfera atravesando su momento menos activo del año, la noticia favorable más a la mano es que no se perfilan eventos fríos rigurosos como los que atravesamos en la primera quincena del mes. Habrá enfriamientos, temporarios y más moderados.

ESTADO DE LAS RESERVAS AL 24 DE JULIO DE 2024

A pesar de la falta de precipitaciones significativas, vemos que la reacción del balance hídrico a unos pocos milímetros de lluvia es positiva. Esta señal se da principalmente sobre la franja donde las marcas se han ubicado por encima de los diez milímetros, por debajo de estos acumulados, las reservas se mantienen en niveles regulares, aunque con secamientos superficiales importantes. Durante el mes de julio tener dos o tres eventos pluviales con registros del orden de los diez milímetros es algo que se corresponde al comportamiento normal. Estos son los meses en que transitamos una restricción pluvial más marcada, pero tanto este año como el anterior, las lluvias en este período se han mantenido en niveles inferiores a los normales. Este año la situación parece más agravada porque la oferta de agua importante del mes de mayo se retiró prematuramente. Los perfiles en profundidad quedaron cargados con la sobreabundancia del comienzo de otoño pero luego el deterioro pluvial se fue consolidando con la llegada de fríos tempranos e importantes. En términos de temperatura, es interesante ver que se están validando los pronósticos. Si bien se perfilan pulsos fríos para el fin de semana que incluso pueden dejar heladas en el sur de la provincia amaneciendo hacia el día lunes, no se espera una persistencia significativa en la presencia de este aire frío. Esto es una buena señal o posiblemente la primera buena señal de cara a desandar un periodo que nos puede llevar a un cierre de invierno un poco más activo, con alguna mejora pluvial. Debemos considerar que aún cuando se observen estas mejoras, es muy difícil pensar en que el trimestre del invierno (junio-agosto) logre recomponerse. Para los primeros diez días de agosto, persistirá un patrón pluvial similar al actual. Como venimos razonando, la posibilidad de que aparezca una buena lluvia, se limita a que se consolide la humedad ambiente y a que llegue un frente con mayor nivel de actividad.

Mapa de reservas
Mapa de reservas
Mapa de reservas
Mapa de reservas

ANÁLISIS DE LA TEMPERATURA MÍNIMA DEL 1 AL 15 DE JULIO DEL 2024 EN ENTRE RÍOS

La primera quincena de julio del 2024 se caracterizó por un marcado descenso térmico, a raíz de una intensa ola de frío polar, la cual tuvo un fuerte impacto en toda la región pampeana.

En la Figura 1 se muestra el comportamiento de la temperatura mínima obtenida del promedio de red de centrales meteorológicas perteneciente a BCER.

En primer lugar, es interesante destacar que, si se analiza el promedio de la temperatura mínima diaria de la red, se registraron 9 días con temperaturas mínimas iguales o inferiores a 0 °C (helada meteorológica) y 12 días con temperaturas mínimas iguales o inferiores a 3 °C (helada agronómica).

Como valor de referencia, en función del promedio de la temperatura mínima de toda la red entre los meses de mayo a septiembre lo normal es detectar alrededor de 5 días con heladas meteorológicas y 24 días con heladas agronómicas.

Por lo tanto, los primeros 15 días de julio casi llegaron a duplicar la cantidad de días con heladas meteorológicas y se alcanzó la mitad de las heladas agronómicas esperadas durante el año.

TEMPERATURA MÍNIMA

El escenario térmico detectado del 1 a 15 de julio del 2024 presentó un marcado contraste con los registros del 2023.

La Figura 2 detalla la distribución y cantidad de horas acumuladas con heladas meteorológicas y agronómicas en Entre Ríos para el año 2023. Es importante destacar que, no hubo horas detectadas por debajo de °C y apenas media hora por debajo de 3 °C.

HELADAS METEOROLÓGICAS

La Figura 3 detalla la distribución y cantidad de horas acumuladas con heladas meteorológicas y agronómicas en Entre Ríos para el año 2024.

El comportamiento térmico de la primera quincena de julio del 2024 se posiciona en las antípodas, ya que acumuló 59 horas con temperaturas por debajo de °C y 109 horas con temperaturas por debajo de 3 °C.

Como valor de referencia, las horas de frío acumuladas por debajo de 0 °C en tan solo los primeros 15 días de julio, duplicaron los valores registrados en los años 2021 y 2022 entre los meses de mayo a septiembre.

Y si se analiza las horas de frío acumuladas por debajo de 3 °C, en los años 2021 y 2022 desde mayo a septiembre, el valor promedió 144 horas, mientras que en la primera quincena de julio del 2024 el valor acumulado fue de 109 horas, es decir el 76 %.

Es relevante mencionar que, el día más frío fue el 9 de julio con un valor promedio de la red que se ubicó en – 4,7 °C, con valores máximos de -2,2 y mínimos de -9,3 °C.

Para finalizar, entre las 12 horas del lunes 8 de julio y las 12 horas del martes 9 de julio, en el promedio de la red se contabilizaron 10 horas por debajo de 0 °C, con un mínimo detectado de 5 horas y un valor máximo de 14 horas.

MONITOREO DE LA POBLACIÓN DE LA CHICHARRITA DEL MAÍZ

En este cuarto mapa se observa que, en 11 de los sitios monitoreados, no se registraron adultos de chicharritas del maíz. La densidad promedio fue de 71% menos en comparación con el periodo anterior. Las bajas temperaturas y las heladas ocurridas entre el 8 y el 19 de julio podrían haber afectado la supervivencia de esta especie.
Asimismo, en los cultivos donde se realiza el monitoreo en los puntos de Victoria (cultivo de cobertura), María Grande (alfalfa) y Crespo (centeno) no se encontraron adultos de chicharritas del maíz en las tres últimas fechas.

PROYECTANDO LA TRANSICIÓN ESTACIONAL - 25/07/24

Las proyecciones de la campaña a finales de abril, se basaron en un escenario dominado por los excesos hídricos y las complicaciones con los excesos de humedad a cosecha. Por entonces, se percibía que la transición entre las lluvias abundantes y la normalización de las precipitaciones serían más progresivas, adaptándose al retiro del fenómeno de El Niño. Sin embargo, transcurridos los primeros diez días de mayo, el cambio de circulación fue muy abrupto, con entradas de aire polar tempranas que forzaron un fuerte retroceso en la oferta de agua. Este cambio en el patrón pluvial de sobreabundante a escaso, no se ha resuelto hasta estos días. La señal sobre la disponibilidad de reservas a esta altura de julio ya es evidente a niveles superficiales, con un mejor panorama en los niveles más profundos.

De acuerdo a las previsiones y a lo que veníamos monitoreando en los informes semanales, el fenómeno de El Niño se ha neutralizado. El indicador ENSO tiene fuerte señal en una gran parte del sudeste de Sudamérica. Sin embargo, este forzante de escala planetaria no está siendo influyente en estos momentos.

La evolución de este indicador es importante, pero no es decisiva para el desarrollo de la fina. Lo bueno o lo malo que pueda suceder en esta campaña de granos finos, no tendrá que ver con lo que ocurra en el océano Pacifico Ecuatorial central cuando comience a mostrar un progresivo despliegue de aguas superficiales más frías. El monitoreo climático para el desarrollo de la fina se remite exclusivamente a lo que suceda en la circulación de escala regional.

Como podemos ver, el agua fría surgente frente a las costas del noroeste de Sudamérica, se va estableciendo y también se ha ido expandiendo hacia la zona central de la cuenca del Pacifico Ecuatorial. La mezcla ha facilitado la neutralización del fenómeno de El Niño. El proceso de enfriamiento de la cuenca a lo largo del próximo bimestre, se mantiene en todos los modelos de pronóstico. Recordemos que cuando estábamos con El Niño aun influyente, las previsiones ya marcaban esta evolución. Hay que decir que el monitoreo nuevamente las ha validado.

El despliegue del agua fría superficial es lento, moderado y por lo pronto sin influencia en la circulación atmosférica. Se espera que el indicador ENSO, se estabilice en valores de La Niña entre noviembre y febrero. Es decir un período relativamente corto y también, por ahora, con un desvío negativo -enfriamiento- relativamente débil. En consecuencia, seguiremos con atención la evolución de este forzante pero, objetivamente, la problemática de las actuales condiciones climáticas nos lleva a poner más atención a lo que suceda con la escala regional sobre todo a partir de la segunda parte del mes de agosto.

No hay ninguna razón importante como para considerar que habrá cambios sustanciales en la oferta de agua durante la transición julio-agosto. La provincia de Misiones es la única que estaría en condiciones de sumar precipitaciones y volver a recoger guarismos cercanos a los normales. Para la región pampeana, incluyendo la provincia de ER, no se descarta alguna corrección menor en los primeros diez días del próximo mes, pero difícilmente esto se consolide con acumulados que permitan alcanzar valores normales.

Estos últimos días de julio, proponen cierta mejora en la situación intraestacional, es decir, de cómo terminara siendo la evolución del invierno, al menos hasta avanzado el mes de agosto. La puja de masas de aire, como es natural en esta época, viene siendo dominada por el flujo del aire del sur sudoeste. En este año, como ya hemos aclarado, la Patagonia muy fría, promovió una estabilidad extra para la franja central del país. Por eso es que se vuelve tan decisivo que este cierre de mes y comienzo de agosto se note el descenso de masas de aire tropical.

A gran escala debemos trabajar pensando en que agosto aun tendrá una señal negativa en las precipitaciones. Si tomamos el mes en curso como un indicador de persistencia y damos por validas algunas mejoras para agosto, será difícil escapar a la señal deficitaria del invierno. Al proyectar el bimestre agosto-septiembre, los totales pueden seguir siendo magros, pero es razonable esperar un aumento de la probabilidad de correcciones pluviales cambiando para septiembre. El arrastre negativo del bimestre previo influirá en la estadística meteorológica, pero en términos agronómicos una mejora en la transición para septiembre es fundamental para las siembras tempranas de maíz y para la floración del trigo de toda la provincia. Vemos esto como posible.

No se puede soslayar que el escenario actual es más difícil que lo previsto a principios de mayo, pero como dependemos de cambios en la escala regional, entendemos que los mismos tienen una dinámica que puede reaccionar en forma más rápida una vez que el continente gane algo de temperatura. No estamos bajo influencia de un patrón de escala planetaria que defina esta retracción pluvial. Es el clima de escala regional que se encuentra exacerbado, es decir con la natural reducción de lluvias del oeste tomando gran parte de la franja este.

Eventualmente podemos considerar como favorable este invierno más frio que se viene imponiendo, es un elemento que se presenta como una defensa esperada para combatir la plaga que afecto al maíz en esta última campaña.

CONCLUSIONES
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El fenómeno de El Niño se ha neutralizado. Se espera que el indicador ENSO se mantenga en este estado durante el resto del invierno y el comienzo de la primavera. Si bien los modelos confirman la aparición de La Niña para la última parte del año, la misma tenderá a ser corta y de intensidad débil. Lo cual induce a pensar que la afectación pluvial de la campaña de granos gruesos puede ser mucho más moderada.

2. La escala regional no está funcionando en términos pluviales como para desplegar las lluvias de mantenimiento del invierno. Las mismas en la franja este del país son importantes, de hasta cuarenta milímetros mensuales y por ahora estamos lejos de estos niveles.

3. No se ven cambios positivos para el patrón pluvial en la transición intermensual. Las correcciones pueden llegar, pero serán modestas en agosto. Un cambio más positivo deberíamos ver al acercarnos al mes de septiembre. El monitoreo de la circulación nos ira advirtiendo como ira cambiando el patrón de la escala regional, el cual como siempre decimos, tiene mayor dinámica, pero no necesariamente presenta indicadores claros de su evolución como son los indicadores de la escala planetaria. En principio es un invierno que cerrará seco, con tendencia hacia una primavera que puede activar algunas lluvias de recomposición. La fina y el inicio de la siembra de maíz, dependen de la llegada de este auxilio.

SIEMBRA DE TRIGO

La precipitación en los dos últimos meses ha sido muy escasa, lo cual ha dificultado el normal progreso de la siembra de trigo.

Es importante mencionar que, a inicios del mes de mayo se observaba una mayor intención de siembra (cabe recordar que en el ciclo 2023/24 se implantaron 629.500 ha). No obstante, actualmente se proyecta un área de 570.000 ha, lo cual representaría una caída interanual del 9 % (59.500 ha).

En función de consultas efectuadas a la red de colaboradores se estimó que a nivel provincial el avance en la siembra del cereal es del 94 %.

El sector Oeste (departamentos Diamante, Paraná, Nogoyá y Victoria) es el que presenta un menor avance situándose en el 88 %, mientras que el resto del territorio los valores se posicionan entre el 94 al 97 %.

Por otra parte, los colaboradores informan que en muchos casos se realizaron siembras profundas, a la espera precipitaciones (que en gran parte del área no llegó o resultó insignificante).

Otra dificultad que se presenta es la aplicación de fertilizantes nitrogenados granulados, que requieren, escasos milímetros para incorporarse.

Finalmente, en algunos materiales genéticos se observó mayor impacto por las fuertes heladas de julio (Figura 4), no obstante, los colaboradores estiman que el cultivo se recuperará sin mayores inconvenientes.

SIEMBRA DE LINO

La baja cotización de la oleaginosa y las escasas precipitaciones limitaron notablemente la intención de siembra de lino en la provincia de Entre Ríos.

En el ciclo 2023/24 se implantaron un total de 11.600 ha. De acuerdo a las consultas realizadas a la red de colaboradores, se proyecta una caída interanual del 67 %, en consecuencia, la intención de siembra se posicionaría en 3.800 ha y sería la más baja de los últimos 25 años.

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