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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 24 AL 30 DE MAYO DEL 2023
La gran dificultad que atravesaba la zona central para salir de la sequía, requería eventos pluviales difíciles de esperar en esta época del año. Sin embargo, la condición de humedad que se venía sosteniendo con mucha eficiencia desde el inicio de la segunda quincena de mayo, bajo una circulación de aire muy cálido y húmedo ha sido determinante y aún está presente. Esto permitió converger en un escenario muy favorable para que se concreten lluvias inusuales para estas fechas, lo cual permitió en vastas zonas compensar las deficiencias del mes de abril. En rigor y aun cuando abril también había sido malo sobre ER, la provincia, se había desacoplado de la seca de mayor rigor.
Las lluvias ya habían aparecido a lo largo del mes de mayo, dejando un panorama que lograba reservas bastante razonables para el inicio de la fina. Sobre este escenario mejorado, llegaron lluvias totalmente disruptivas, fuera de escala y de fecha. Entre el miércoles 24 y parte del jueves 25, no han sido pocas las estaciones que recogieron más de ciento cincuenta milímetros, principalmente ubicadas del centro para el sur de la provincia; Villa Elisa, Villaguay, Paraná, Gualeguay, son solo algunos ejemplos. El mapa permite apreciar con claridad los máximos pluviales, quedando el norte claramente fuera de toda esta actividad con lluvias sobreabundantes.
La mirada más ventajosa se apoya en el hecho de que estos máximos pluviales aparecieron cuando aún no se había comenzado a sembrar.
Las lluvias que se esperan en jornadas próximas se recostarán en la franja este del país entre el viernes y el domingo. La provincia de ER, será afectada durante el fin de semana. Las mismas serán de acumulados mayormente modestos, con algunas áreas reducidas donde pueden concretarse chaparrones de mayor volumen. No se espera un cambio de ambiente significativo. La circulación del sector norte seguirá presente gran parte de la semana próxima.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 31 DE MAYO DE 2023
Ante el panorama pluvial que presentó el cierre del mes de mayo, no sorprende el resultado del balance hídrico. Es posible que los excesos ya hayan comenzado a orearse, pero los encharcamientos de los bajos son difíciles de resolver bajo estas circunstancias ambientales. Ya cuando hicimos el balance de la semana pasada, antes de la llegada de las grandes lluvias, se notaban zonas con humedad excesiva, se veía que el área con suelos saturados se iba a extender indefectiblemente.
Nobleza obliga, sin la presencia inusual de la masa de aire que dominó la última parte de mayo, la recuperación pluvial no hubiese existido. En muchos sectores esta recuperación ha sido exagerada, pero es el costo que hay que pagar por el fracaso en la distribución temporal de las precipitaciones, principalmente luego de un abril y primera quincena de mayo, tan pobre de agua.
Más allá de los inconvenientes que puedan causar los excesos hídricos en los lotes y los caminos rurales, creemos que es una situación que se puede gestionar. Todavía falta una semana o diez días para la llegada de tiempo más frío y estable, el cual será más eficiente para dejar los suelos en condiciones. Queda claro que este problema se resuelve antes en zonas altas.
El cambio de contexto climático para el inicio de la fina es contundente. Con este acopio de reserva y con lluvias normales, incluso deficitarias durante lo que resta del trimestre frío, los cultivos de la fina podrán evolucionar sin limitantes hídricas. Eventualmente los problemas se focalizaran en aspectos sanitarios vinculados a la persistencia de ambientes húmedos, pero este es un problema que se atenderá en su momento.
Si bien no podemos ser simplistas a la hora de proyectar el desarrollo de la campaña, el arranque es muy favorable aun con estas dificultades. Con lluvias de mantenimiento durante el invierno y una salida a la primavera con El Niño activo, podríamos alcanzar niveles productivos importantes.
INFORME DE PRODUCCIÓN DE ARROZ - CAMPAÑA 2022/23
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos da a conocer el informe correspondiente a la producción de arroz en el ciclo 2022/23 en la provincia de Entre Ríos, Argentina.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos agradece a la red de colaboradores por toda la información brindada para la elaboración de esta publicación.
Para ver el informe completo presione el siguiente link:
INFORME DE PRODUCCIÓN DE ARROZ – CAMPAÑA 2022/23
COSECHA DE SOJA DE PRIMERA
La cosecha de soja de primera en Entre Ríos se ubica en un 86 %, sobre un total sembrado de 452.100 ha en la campaña 2022/23.
Respecto a la última campaña, las labores presentan una demora del 20 % y se retomarían a medida que los caminos sean transitables y disminuya el exceso hídrico del suelo que dejaron las copiosas precipitaciones.
A dos meses del inicio de la cosecha el rendimiento promedio provincial casi no presentó variaciones y con un valor de 727 kg/ha.
En términos de proyecciones, se estima una producción total de 292.000 toneladas de soja de primera. Hasta la fecha, se calcula que se ha perdido un área de 50.000 hectáreas, aunque este número será ajustado una vez finalizada la cosecha.
COSECHA DE SOJA DE SEGUNDA
En el ciclo 2022/23 se sembraron en la provincia un total de 517.400 ha de soja de segunda. El avance de cosecha es del 45 % y presenta una demora interanual de 40 puntos porcentuales.
Esta demora se atribuye, principalmente a las lluvias, así como al efecto de la sequía que desplazó el ciclo del cultivo y en algunos casos se están aplicando desecantes al cultivo para acelerar el secado.
El rendimiento promedio provincial se ubica en 600 kg/ha, por lo tanto la producción total para soja de segunda sería de 220.000 t, con un área perdida que a la fecha se calcula en 150.000 ha, cifra que será ajustada al finalizar la cosecha.
Considerando una superficie total sembrada de 969.500 ha y teniendo en cuenta alrededor de 200.000 ha perdidas, la producción total de soja en Entre Ríos para la campaña 2022/23 se estima en 512.000 toneladas. Lo que indica una caída interanual del 80 % en la producción.
Estos valores posicionan a esta campaña como la peor de los últimos 20 años en términos de área sembrada, rendimiento y producción.