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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 18 AL 24 DE ENERO DEL 2023
Durante el viernes de la semana pasada un sistema frontal bien definido afectó el centro oeste de la región pampeana. Si bien el mismo pudo avanzar por el territorio entrerriano hacia el norte de la Mesopotamia, solo el departamento Victoria fue beneficiario de las lluvias de buen volumen que tomaron la zona central del norte de BA y el norte de LP.
En el mapa se nota como las lluvias pierden presencia desde el máximo en el departamento Victoria hacia el norte provincial. No hubo pocos registros que superaron los veinte milímetros, una marca que no se puede considerar despreciable, pero que en pleno verano y viniendo de más de dos semanas con precipitaciones muy modestas, el resultado a campo es muy poco significativo.
Casi toda la provincia tiene totales pluviales muy cortos como para aspirar lograr registros normales para el mes de enero. La oferta de agua que está prevista para los próximos días tampoco parece ofrecer soluciones importantes, sin embargo vastas zonas de la provincia podrían sumar al menos otros veinte milímetros.
Hemos venido teniendo jornadas de inestabilidad con lluvias modestas y dispersas, pero que solo bastan para generar correcciones superficiales muy temporarias. Se espera que tras el pasaje frontal las condiciones se vuelvan más estables, principalmente a partir del día domingo. El cambio en el patrón térmico no será muy significativo, aunque si las máximas se presentarán más moderadas.
Conforme avance la primera semana de febrero, posiblemente las temperaturas se muestren moviéndose dentro de un patrón más fresco que el actual. Esto podría favorecer un mayor nivel de condensación en las capas bajas de la atmósfera, potenciando el nivel de agua precipitable. Esto lo notaremos prontamente a medida que los pronósticos de mediano plazo ingresen al período de mayor certeza. En principio el proceso de corrección pluvial parece más viable.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 25 DE ENERO DE 2023
Si bien hemos tenido una semana más inestable y con lluvias, vemos que sólo un área reducida de Victoria, logra salir de la categoría sequía. Esto sirve para dimensionar la demanda del perfil. En este limitado sector de la provincia, las marcas pluviales fueron del orden de los sesenta milímetros. Por lo tanto, cualquier registro inferior a estos, no logra revertir el balance hídrico como para moverlo de la categoría sequía.
Esta explicación técnica no quiere decir que a campo no se noten mejoras superficiales en los lotes. Seguramente los cultivos de la gruesa tuvieron una respuesta positiva a lluvias del orden de los veinte milímetros, pero esos mismos cultivos siguen lidiando con un perfil que no tiene reservas. Es decir la evolución de los mismos depende pura y exclusivamente de la continuidad de las precipitaciones. Veremos si este auxilio tan necesario llega entre hoy y el sábado.
Como están dadas las cosas y dependiendo tanto de la oferta semanal de precipitaciones, el panorama para la producción de cereales y oleaginosas de la gruesa está muy sesgado a la baja. No se puede soslayar la obviedad de esta situación. Además la provincia de ER en su zona agrícola principal, presenta un predominio de suelos pesados, que expresan su mejor potencial productivo con escenarios pluviales con corrimientos positivos. Otro tipo de suelos se llenan con menos agua, es decir, ante el mismo contexto pluvial, la capacidad de generar reservas es bien distinta.
Si se van validando las tendencias, a medida que avancemos sobre el mes de febrero deberían consolidarse la salida del enfriamiento del Pacífico Ecuatorial. Este indicador que dominó el escenario climático a gran escala durante los últimos tres años, ya debería ir dejando el paso librado hacia una normalización pluvial, algo que propone un otoño con precipitaciones más generosas y sobre todo buenas recargas en los perfiles hídricos del suelo.
MAÍZ DE PRIMERA
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos ha procesado imágenes satelitales para determinar el área cultivada con maíz de primera, el resultado refleja una caída interanual del 18 % (83.000 ha). Por lo tanto, la superficie en el ciclo 2022/23 es de 379.000 ha aproximadamente. En breve se publicará el informe sobre el área sembrada con maíz de primera a nivel provincial y el detalle correspondiente para cada departamento.
Las dos causas principales de dicha reducción son:
-En primer lugar una menor intención de siembra, consecuencia de los rindes bajos obtenidos el año pasado y a que nuevamente el escenario climático era de un año “La Niña”, con lo cual posiblemente se incremente el área de maíz de segunda y tardío.
-En segundo lugar es que en septimbre de 2022 no hubo lluvias adecuadas como para sembrar, por lo que quedaron hectáreas sin implantar.
CONDICIÓN DE ARROZ
Para la campaña 2022/23 se estima un área arrocera de 52.000 hectáreas aproximadamente.
El arroz se encuentra mayoritariamente desde diferenciación de primordio floral a floración.
La condición del cultivo a nivel provincial es la siguiente:
– Muy buena: 14 %
– Buena: 64 %
– Regular: 20 %
– Mala: 2 %
La falta de agua no sólo compromete el desarrollo del cultivo, sino que también hay menor aprovechamiento del fertilizantes y dificulta el control de malezas.
Continúa la dificultad de mantener una lámina de riego adecuada, lo que trae aparejado 3 situaciones diversas:
– lotes abandonados por completo,
– lotes relegados, que se mantienen con baños priorizando el área que se encuentra en floración y por último,
– lotes sin restricciones en el nivel de agua.
Si bien el panorama es crítico y que no discrima el tipo de riego utilizado, se espera una mejoría con el reingreso de las precipitaciones.
CONDICIÓN DE SOJA DE PRIMERA
El área estimada de soja de primera se ubica en 446.000 hectáreas para la campaña 2022/23.
El estado fenológico abarca desde V8 (ocho hojas totalmente expandidas) a R3 (inicio de formación de vainas).
La condición del cultivo a nivel provincial es la siguiente:
– Muy buena: 2 %
– Buena: 30 %
– Regular: 51 %
– Mala: 17 %
En los últimos quince días, se produjo un descenso de la condición muy buena – buena de 49 a 32 puntos porcentuales y un incremento del porcentaje de regular – mala de 51 % a 68 %.
En consecuencia se observan plantas con menor número de nudos y menor altura, lo que indica menor desarrollo. Además se acentúan síntomas de estrés hídrico y térmico como pérdida de hojas, aborto de flores y vainas, hasta muerte de plantas.
La Figura 2 compara la condición del cultivo en las últimas 3 campañas bajo los efectos de «la Niña». Se puede observar que en el ciclo 2022/23 un 68 % del área abarcan las categorias regular-mala, a diferencia de las campañas 2020/21 y 2021/22 donde este valor esta muy por debajo, 14 % y 38 % respectivamente.
CONDICIÓN DE SOJA DE SEGUNDA
A la fecha, se calcula una superficie sembrada de 397.000 ha con soja de segunda. Área que puede presentar variaciones, ya que después de las lluvias se retomó la siembra y/o resiembra de la oleaginosa. Aunque en algunos casos el productor optó por dejar de sembrar la misma y destinar esa superficie al cultivo de maíz.
La fenología se ubica en un amplio rango, desde VE (emergencia) hasta V8 (8 hojas totalmente expandidas).
La condición a nivel provincial es la siguiente:
– Muy buena: 1 %
– Buena: 28 %
– Regular: 45 %
– Mala: 26 %
Con respecto al último relevamiento las categorias regular-mala tuvieron un incremento del 6 %, es decir que la suma de ambas paso de 65 % a 71 %.
Los colaboradores remarcaron que, de consolidarse una mejoría en el patrón pluvial, la fenología de la soja de segunda le da una ventaja sobre la soja de primera, puesto que en estado vegetativo la demanda hídrica es menor que en el reproductivo.
Al igual que en soja de primera se analizó la condición del cultivo en las últimas 3 campañas «Niña» (Figura 3).
En la misma es muy visible que para igual fecha, el cultivo se encuentra en peores condiciones en el ciclo 2022/23, en el cual las categorias regular-mala suman un 71 % del área, a diferencia de las otras campañas, donde este valor esta muy por debajo.