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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 12 AL 18 DE OCTUBRE DEL 2022
Las lluvias siguen siendo insignificantes sobre el territorio entrerriano. El cambio del viernes para el sábado fue el momento de mayor inestabilidad y que presentó escasas precipitaciones sobre la franja sur de la provincia, con algunos chaparrones algo más generosos sobre Diamante, Victoria y Gualeguay, de hasta quince milímetros.
Tras el paso de veinte días, el patrón pluvial de octubre continúa una carrera decepcionante en el intento de lograr mejores marcas y acercarse al nivel normal de precipitaciones. Por cierto la meta de los ciento veinte milímetros para este mes, parece muy lejana, aun cuando durante en las últimas jornadas se ha observado un fuerte despliegue de aire húmedo, incluso con algunas lluvias menores que se observaron ayer.
Las condiciones ambientales no son malas como para que se produzcan precipitaciones. De hecho son condiciones que se reconocen como propias de la época del año y esto puede verse traducido en precipitaciones de buena cobertura durante la jornada del sábado. Los acumulados previstos se ubicarían entre diez y veinte milímetros y aquí es donde radica la falla, el volumen de las precipitaciones es propio de épocas del año más frías, todavía no se desarrollan tormentas con importantes desarrollos nubosos. Dado que la circulación superficial está transportando en forma eficiente la humedad sobre las capas bajas, el problema se ubica más arriba, en las capas medias de la atmósfera. Las mismas se mantienen muy estables, con ondas muy chatas que no generan movimientos verticales y sin esta dinámica es difícil que tengamos precipitaciones de un volumen acorde al esperado para el mes de octubre. De todas maneras y haciendo hincapié en lo positivo, vemos como auspicioso que las masas de aire húmedo logren persistencia en la zona. Los pronósticos muestran una perturbación más intensa hacia el jueves de la semana próxima y allí puede haber una mejor oportunidad para sumar en forma mas generosa.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 19 DE OCTUBRE DE 2022
No podemos sorprendernos de que con el correr de esta última semana, las zonas en sequía se hayan desplegado en varias zonas de la provincia. La realidad es que sin distinguir entre categorías, la escasez de reservas es pronunciada y la mayor parte de los cultivos de invierno que transitan la floración, lo hacen bajo condiciones de estrés hídrico. Algún alivio puede llegar durante el sábado, pero la situación no saldrá del patrón ajustado que estamos transitando.
Es importante posicionar el análisis en la posibilidad de lluvias más importantes entre el miércoles y viernes de la semana próxima. Si las temperaturas se mantienen crecientes desde el lunes y la humedad se sigue incrementando, se pueden desarrollar tormentas convectivas que logren penetrar el techo estable de la capa media de la atmósfera. Estimamos que la situación irá evolucionando hacia eso y si bien luego, de las lluvias del sábado, puede haber algún descenso térmico, el mismo no provocará un cambio de masa de aire total, es decir la reconfiguración del contenido de humedad no arrancará desde cero. Bajo estas circunstancias, podemos llegar al miércoles bajo condiciones ambientales casi de verano, lo cual libera la posibilidad de la inestabilidad logre un mayor nivel de eficiencia. Para que la mejora sea significativa, las lluvias tienen que lograr un piso de treinta milímetros. Esta oferta no repondría los faltantes de los perfiles, pero al menos se daría un cambio de escenario.
Como venimos analizando en los últimos informes, el escenario que se debe transitar en esta última parte del año es difícil. Si el sábado aparecen algunas lluvias menores y la oferta de agua se fortalece hacia el jueves de la semana próxima, hay posibilidades que el comienzo de noviembre tenga algo de continuidad. De esta manera aun sin una recuperación plena, el escenario por sectores se verá mejorado como para iniciar las siembras de soja. Hay que ir con cuidado y monitoreando los pronósticos de corto plazo, confirmando que esta secuencia se vaya validando.
CONDICIÓN DE TRIGO
En la provincia de Entre Ríos se estima un área implantada con trigo de 500.000 ha aproximadamente. La cifra definitiva será publicada una vez que se finalice con el procesamiento de imágenes satelitales.
El estado fenológico abarca desde grano lechoso a grano pastoso, donde una situación de estrés hídrico es un factor negativo para que el cultivo logre desarrollar su potencial de rendimiento.
Al respecto, es importante destacar que, el escenario climático del ciclo 2022/23 se ha caracterizado por precipitaciones por debajo de los valores normales.
En la Figura 1 se muestra la precipitación esperada en base al promedio de 2004 – 2021 versus 2022 y su variación en la provincia de Entre Ríos.
La precipitación promedio acumulada entre mayo y octubre es de 390 mm, al día de la fecha, el valor se sitúa en 190 mm, lo cual implica una reducción del 51 % (200 mm) en relación al promedio de los últimos 18 años. Solamente en el mes de agosto se registró un leve incremento del 24 % (12 mm).
Además, al marcado déficit hídrico se asoció la ocurrencia de heladas tardías, que generaron una merma en las proyecciones de rendimiento.
En base a consultas efectuadas a la red de colaboradores, se analizó la condición y las actuales perspectivas de rendimiento, como valor de referencia, el rendimiento promedio provincial del cereal en el último lustro es de 3.078 kg/ha.
Los resultados a nivel provincial son los siguientes:
– Muy buena (perspectiva de rendimiento superior al promedio del último lustro) 12 %
– Buena (perspectiva de rendimiento similar al promedio del último lustro) 46 %
– Regular (perspectiva de rendimiento inferior al promedio del último lustro) 35 %
– Mala (perspectiva de rendimiento muy inferior al promedio del último lustro) 7 %
En el transcurso de los últimos 15 días se determinó una disminución del 12 % en las categorías buena y muy buena, las cuales totalizaban 70 % al 06/Oct y actualmente abarcan el 58 % del área cultivada.
Se estima que el promedio de rendimiento provincial se posicione en 2.400 kg/ha, lo cual representa una disminución de 400 kg/ha en base a lo informado hace dos semanas. No obstante, es importante mencionar que hacia el centro Norte el rinde promedio esperado oscila entre 2.900 a 3.200 kg/ha, mientras que hacia el centro Sur los valores se sitúan entre 2.100 a 2.300 kg/ha. Cabe aclarar que el sector centro Sur abarca alrededor del 75 % del área total implantada.
Por otra parte, es trascendental ver el impacto del clima en el posible resultado económico del cereal. Lo cual implica analizar el rendimiento de indiferencia (producción necesaria para cubrir los costos totales del cultivo por unidad de superficie, incluyendo la comercialización y la cosecha).
En la Figura 2 se presenta la variación del rendimiento de indiferencia en campo arrendado y propio elaborado por la EAA INTA Paraná y la Bolsa de Cereales de Entre Ríos para el ciclo 2022/23 junto con las perspectivas de rendimiento desde principios de setiembre.
A principios de setiembre el rendimiento promedio esperado a nivel provincial se ubicaba en 3.200 kg/ha, mientras que el rendimiento de indiferencia en campo propio era de 2.600 kg/ha y en campo arrendado de 3.100 kg/ha.
A lo largo del tiempo el rendimiento de indiferencia fue disminuyendo debido al aumento del precio, pero se debe tener en cuenta que, el alza en la cotización del cereal en muchos casos no llega a evitar pérdidas económicas asociadas a caída estimada en el rendimiento.
Al día de la fecha, se presenta un escenario de una expectativa de rendimiento promedio provincial de 2.400 kg/ha, un rendimiento de indiferencia en campo propio de 2.100 kg/ha y en campo arrendado de 2.600 kg/ha.
EL efecto alza de cotización versus caída del rendimiento esperado se ve claramente reflejado al analizar los márgenes brutos por hectárea. Por ejemplo, las actuales cirscuntancias, posiciona a la producción en los campos arrendados (la cual abarca más del 60 % del área total) en un escenario de pérdidas económicas de -58 U$S/ha.
Es necesario mencionar que, los resultados obtenidos corresponden a una estimación para la provincia, y no para un caso en particular.
CONDICIÓN DE MAÍZ DE PRIMERA
En la campaña 2022/23 el área de maíz de primera en Entre Ríos se corresponde con aproximadamente 420.000 hectáreas, un 10 % menos que el ciclo 2021/22 (461.900 ha).
El estado fenológico del cereal se ubica desde V2 a V5 (Dos a cinco hojas expandidas).
La condición del cereal a nivel provincial es la siguiente:
– Muy buena 16 %
– Buena 61 %
– Regular 19 %
– Mala 4 %
En el transcurso de los últimos quince días la suma de la condición muy buena y buena disminuyó 14 puntos porcentuales, debido a la sequía y heladas tardías.
La falta de agua se ha generalizado en la provincia y afecta obviamente al desarrollo del cultivo, hecho que se evidente al observar plantas de menor tamaño. Además, los colaboradores reportan que hay demoras en la fertilización nitrogenada, ya que el ambiente seco no es el adecuado para una correcta aplicación.
Cabe destacar que, en sitios puntuales el efecto de las heladas fue muy importante, con pérdidas parciales e incluso totales de lotes. En los sectores donde el cultivo se está recuperando, le trae asociado un retraso en el crecimiento. Figura 4.
CONDICIÓN DE GIRASOL
El área de girasol en Entre Ríos para la actual campaña es de 18.000 ha aproximadamente.
La fenología de la oleaginosa abarca etapas vegetatitas desde V4 (4 hojas verdaderas) a V10 (10 hojas verdaderas), Figura 5.
La condición del cultivo se resume de la siguiente manera:
– Muy buena 28 %
– Buena 60 %
– Regular 10 %
– Mala 2 %
Los lotes sembrados más temprano lograron mejor desarrollo que los sembrados en fechas más tardías, que se observan con menor crecimiento y bajo stand de plantas.
Respecto al estado sanitario, se observa la presencia de chinche y se monitorea su población, aunque es una plaga que ocasiona daños en estadíos reproductivos.
