INFORME SEMANAL N ° 1012

El cambio de reservas respecto de la semana pasada es muy notorio, sobre todo en la franja central y el sudeste de la provincia, justamente, son los sectores que recogieron el nivel de precipitaciones más elevado. Donde se observan niveles óptimos de reserva, las precipitaciones de la última semana de febrero estuvieron por encima de los cien milímetros. Esto no fue lo que sucedió en el norte y el oeste, salvando algunos sectores del departamento Paraná, donde sin lograr cien milímetros, las reservas subieron a valores adecuados. En gran parte del resto del territorio, las reservas crecieron hasta valores regulares o quedaron algo escasas, pero el patrón de sequía generalizada que dominaba la escena el miércoles 23 pudo ser superado.
El análisis agronómico puede ser más complejo o menos lineal que haber salido de la sequía. Seguramente los cultivares tienen memoria de las olas de calor de finales de diciembre y la primera quincena de enero. Es positiva la recuperación de la última parte de enero y como mencionamos, no hubieron nuevas olas de calor. Estas lluvias de finales de febrero quizá fueron algo tardías para lograr mejores rendimientos en soja, pero son una buena noticia a la hora de comenzar a revertir el déficit de los perfiles.
El corto plazo plantea precipitaciones que pueden tener continuidad entre el viernes y el domingo. La cobertura de las mismas será generalizada en todo el territorio de la provincia, pero los máximos pluviales tendrían tendencia a ubicarse del centro para el norte.
Aun durante el lunes la inestabilidad puede estar presente en la zona, con lo cual el comienzo del mes de marzo es una suerte de continuidad de la ventana húmeda con que cerró el mes de febrero. Los segundos diez días del mes serían más secos, con un regreso de las precipitaciones en la última parte del mes. Si se valida esta secuencia el escenario para el comienzo del otoño, puede comenzar a perfilar una situación que converja en condiciones favorables para el transcurso de abril.