Las escasas precipitaciones acaecidas no han logrado modificar el escenario de sequía que domina a la provincia, lo cual genera pérdidas diarias en el rendimiento de la soja.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos, a través de su sistema de información agrícola (SIBER), puntualizó que la soja de primera tuvo valores de precipitación aceptables entre noviembre y diciembre (aunque no alcanzaron los valores históricos), pero lamentablemente entre enero y febrero la precipitación disminuyó abruptamente. Esto redujo drásticamente el rendimiento potencial.
La situación más grave se aprecia en la soja de segunda (el trigo consumió gran parte de las reservas hídricas), las cuales no fueron recargadas entre los meses de enero y febrero.
El SIBER en su reporte menciona que debido al bajo potencial de rendimiento, en algunos casos, los lotes que fueron destinados al pastoreo. Los colaboradores reportan el gran deterioro que se observa semana a semana, con el riesgo de que se vea afectada la calidad comercial. La sequía está acortando el período reproductivo y por lo tanto, la muerte prematura de las plantas trae aparejado el incremento en el porcentaje de granos verdes.
COSECHA DE MAÍZ DE PRIMERA
En Entre Ríos se cosechó el 58 % (154.570 ha) de la superficie sembrada con maíz de primera que fue de 266.500 ha. El rendimiento promedio provincial se sitúa en 4.500 kg/ha, esto representa una disminución del 32 % (2.107 kg/ha) en relación al ciclo 2016/17 que tuvo un rendimiento promedio de 6.607 kg/ha.
De mantenerse este rendimiento promedio provincial y considerando que el aproximadamente 11 % (30.000 ha) se destinó al consumo animal, la producción se ubicaría alrededor de 1.064.250 t. Por lo tanto, se proyecta hasta el momento una caída del 32 % (509.440 t) con respecto al ciclo 2016/17 que tuvo una producción de 1.573.690 t.
Los colaboradores reportan que debido a la escasa disponibilidad forrajera, en algunos casos los productores han confeccionado rollos con el rastrojo del maíz.