A pocos días de iniciarse la siembra de maíz en Entre Ríos, no tenemos todavía ningún instrumento importante que cambie significativamente la rentabilidad del cultivo.
Nuestros productores continúan sembrando aun con resultados económicos negativos.
En muchos casos achican superficies y bajan tecnologías, pero lo hacen, porque tienen las herramientas y deben pagar cuentas, en espera de que “algo” ocurra y revierta esta situación.
Este no es el mejor escenario para discutir el autoabastecimiento que nuestra provincia necesita.
Reconocemos los esfuerzos en integrar la Mesa de Maíz entre los distintos eslabones que componen la cadena.
Pero no alcanza.
No somos zona núcleo.
Nuestros rendimientos de los últimos años así lo expresan.
El maíz es el generador del mayor porcentaje de empleo privado en la Provincia. Pero los Números no dan.
Necesitamos disminuir drásticamente las retenciones del cultivo, para comenzar a transitar un camino distinto.
Las ventajas económicas y sociales de duplicar la superficie de maíz en Entre Ríos las hemos enumerado en muchas ocasiones. Solo necesitamos la voluntad de hacerlo.
Con ello se incrementaría significativamente la actividad económica de la cadena en beneficio de todos los entrerrianos.