La demanda de lluvias para la primera quincena de junio es prácticamente nula en el área triguera principal de la región pampeana. Así lo indica un Informe Especial de la Consultora de Climatología Aplicada publicado por el SIBER.
La transición al mes de junio no presiona sobre la demanda de lluvias, al menos en lo que respecta a las necesidades hídricas del trigo. Este panorama es uniforme para gran parte de la zona núcleo tributaria de Rosario, aunque al desplazarnos al centro de SF, la necesidad de lluvias comienza a crecer. Partiendo del balance hídrico que presentan campos que vienen de soja de primera, podemos estimar cual será la lluvia necesaria para mantener los lotes con reservas adecuadas hasta mediados de junio. El resultado de este planteo se resuelve gráficamente en el mapa.
Durante el mes de mayo, los principales eventos pluviales se han ubicado en la provincia de BA. Se han destacado máximos pluviales a lo largo de la cuenca del Salado, un sector que hace unos meses se constituía como el límite geográfico entre la seca que dominaba el sur y el paso holgado de la zona núcleo. Justamente el cambio comenzó a operarse en la última parte de abril, afianzándose durante mayo, modificando por completo el patrón en la demanda de precipitaciones, y reposicionando –tardíamente- las reservas en niveles adecuados o incluso sobrados en gran parte de BA.
Por el contrario y como es natural para la época las lluvias comenzaron a retroceder en áreas mediterráneas, con la excepción del sudoeste de BA, donde el patrón pluvial se ha mantenido satisfactorio para la zona y permite entrar al trimestre frío en buenas condiciones hídricas y sobre todo con buenas pasturas. En la zona no hay limitantes hídricas para iniciar la fina.
En el centro este y sudeste de CB, las precipitaciones han permitido mantener suelos sobrados de humedad, incluso con napas altas, aparecen perfiles casi saturados. Este comportamiento se modifica hacia zonas del centro y sudoeste de CB, donde por lo general el área triguera pierde terreno. Como se aprecia en el mapa el sudeste de CB no requiere agua para la primera quincena de junio, al tiempo que la situación se ajusta hacia el centro. Siempre debemos recordar que en esta estimación no se consideran los manejos tendientes a conservar el agua, con lo cual, el área sin necesidad de precipitaciones puede ser aún mayor en esta provincia.
La provincia de SF, tiene un quiebre abrupto en las necesidades de lluvia al pasar de sur a norte, No es que sobre el centro se presenten requerimientos imposibles de satisfacer, sin embargo es claro que esta franja de la provincia requiere aportes más generosos que el resto para adecuar sus niveles de humedad. Este comportamiento se extiende al noroeste y centro de ER, donde por lo general son pocos los lotes que van a trigo u otro cultivo de la fina.
Haciendo una mirada más generalizada, vemos que las zonas trigueras principales de la región pampeana, no tienen requerimientos de lluvia para la primera quincena de junio. Si bien estamos en un período húmedo, el corto plazo no plantea ningún sistema precipitante destacado. Las coberturas nubosas y el ambiente húmedo seguirán presentes, posiblemente recién avanzada la próxima semana, se concreten precipitaciones de cobertura y volumen. No se descarta que las lluvias respeten el patrón del trimestre frío, es decir fortaleciéndose en zonas del este (principalmente sobre el centro), creciendo hacia el noreste del país y debilitándose en la franja mediterránea.
Este comienzo sin demanda de precipitaciones no se traduce de ningún modo en un escenario favorable para las siembras. La intención de siembra de los productores está a la baja y es más probable que nos acerquemos a un mínimo histórico a que el área experimente una merma moderada.
Con un paso normal de precipitaciones, algo razonable de esperar para el invierno, la campaña de granos finos transitará el trimestre frío sin apremios hídricos. Como siempre la salida a la primavera es la que presenta mayor variabilidad, sin embargo en esta ocasión este período se verá acompañado por el fenómeno de El Niño, que actualmente ya está instalado. Si bien esto no garantiza una oferta de agua sobre abundante, al menos plantea un escenario más favorable como para que el período de floración y las siembras se alcancen con buenas reservas de humedad. Es decir, aparece un panorama con probabilidades aumentadas para que la última parte del año se transite sin limitantes hídricas. Habrá que monitorear como se mantiene la intensidad del calentamiento del Pacífico.