Según el SIBER, el grado de avance en las labores de trilla a nivel provincial se posiciona alrededor del 14%, esto equivale a una superficie cosechada de aproximadamente 26.000 hectáreas.
Cabe mencionar que existe un gran número de hectáreas en donde el grano todavía cuenta con elevados niveles de humedad (entre 16% y 20%) y por lo tanto, los productores están aguardando a que los valores desciendan algunos puntos, ya que esto posibilitará su almacenaje directo sin necesidad de generar gastos por secado. En lo que respecta al rendimiento promedio provincial se posiciona cercano a 7.400 kg/ha, de mantenerse esta cifra y descontando las hectáreas que son destinada al consumo animal (silo planta entera o grano húmedo), la producción de maíz de primera podría alcanzar la cifra de 1.247.000 toneladas. A su vez, el reporte detalla sobre la condición del cultivo de maíz de segunda. «El estado fenológico del cereal abarca desde los últimos lotes implantados que se encuentran en V4 – V5 (4 ó 5 hojas desarrolladas) hasta los sembrados a mediados de diciembre que han comenzado la etapa de floración». En lo que respecta a la condición general del cereal se estima que aproximadamente el 81% se ubica dentro de la categoría de buena a muy buena, existiendo un 19% en una situación regular. «Los lotes evaluados como regulares presentan como principales limitantes: baja densidad de plantas por hectárea y desuniformidad temporal (que ocasiona variación en los estadíos fenológicos dentro de un mismo lote) y síntomas de estrés hídrico». En relación a el ataque de insectos plagas y enfermedades, es constante la presencia de «Tizón foliar» y daños por «cogollero», lo que ha obligado a los productores a efectuar los controles respectivos.