La Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER, emitieron un informe sobre el impacto económico de la producción de soja en la provincia. 

Las pérdidas de los productores de soja en la provincia superaron los U$S 370 millones en la última campaña, así lo deja ver el informe sobre el impacto económico de la producción de soja en la provincia realizado por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER.

La Niña del ciclo 2022/23 se caracterizó por una severa sequía y marcas térmicas extremadamente elevadas durante el verano, lo que generó que los rendimientos por hectárea sean los más bajos registrados por el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER). Este escenario provocó que la producción fuera un 75% inferior al promedio de las últimas cinco campañas, por lo que el impacto económico se puede observar inicialmente en el ingreso bruto recibido por los productores en Entre Ríos.

Si utilizamos los precios internos de la oleaginosa en el momento de la cosecha, el valor de la producción en el mercado interno se estimó aproximadamente en U$S 1.000 millones durante la campaña anterior, y en U$S 185 millones en la campaña actual. Esta caída se dio en sintonía con la menor producción. La disminución significativa en los ingresos de los productores se refleja en márgenes de beneficio negativos, ya que deben enfrentar los costos asociados a la producción como fertilizantes, alquiler del campo, cosecha, entre otros.

Aclaraciones metodológicas. Los resultados son brutos, ya que no tienen en cuenta los gastos de estructura de la empresa e impuestos. Además, se utiliza una tarifa de arrendamiento de ocho quintales de soja para los departamentos del centro-sur provincial y de cinco quintales de soja para los departamentos del centro-norte provincial, con precios promedio de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario de abril-mayo al tipo de cambio diferencial de $300 por dólar, denominado “Dólar Agro”. De esta forma, los resultados presentados a continuación corresponden a estimaciones, al utilizar una serie de supuestos productivos, de precios, de paquete tecnológico, entre otros.

De esta manera, los resultados a nivel provincial reflejan pérdidas generalizadas por un total de U$S 375 millones, correspondiendo U$S 272 millones a la superficie cosechada por los bajos rendimientos del cultivo, y U$S 103 millones a la superficie que no fue cosechada y en la cual no se pudo recuperar el valor de la inversión en siembra.

Otra consideración que se puede hacer es desagregar a nivel territorial, representando la zona centro y oeste de la provincia el 74% de estas pérdidas. Esto se debe a que tienen la mayor superficie sembrada de soja, cercana a las 710.000 hectáreas. En ninguno de los casos a nivel departamental, con los rendimientos por hectárea informados por el SIBER, se pudo dar un caso de beneficio bruto positivo.

En esta campaña, los resultados promedios ponderados a nivel provincial fueron: ingresos de 191 U$S por hectárea y costos de 578 U$S por hectárea, lo que generó márgenes brutos negativos de 386 U$S por hectárea. Esta situación ocasionó que la rentabilidad en términos relativos fuera negativa en un 67% en dólares, indicando que los ingresos recibidos por la cosecha no cubrieron los costos efectuados de dicha actividad.

La variabilidad en las tasas de rentabilidad entre departamentos fue significativa, con valores negativos de rentabilidad que oscilan entre 52% y 80% de tasa negativa. Los rendimientos por hectárea y la superficie perdida fueron los principales factores que influyeron en las diferencias zonas, ambos estrechamente relacionados con variables climáticas.

En el informe semanal N° 1070 del SIBER a principios de abril, se presentaba una proyección de las pérdidas de la campaña agrícola 2022/23, y para el caso de la soja se proyectaban pérdidas por U$S 337 millones, con los ajustes actuales productivos, de precios, entre otros, se restan unos U$S 38 millones a la estimación de márgenes económicos totales de los productores.

A modo de conclusión, si se desea estimar el impacto económico directo de la sequía en la producción de soja en Entre Ríos, se puede obtener por los ingresos que dejaron de percibir los productores en comparación con otra campaña, como puede ser la anterior, con una diferencia de casi U$S 900 millones, o a través de los márgenes negativos de la ecuación ingreso menos costo, que presenta pérdidas generalizadas teniendo en cuenta la superficie provincial por un total de U$S 375 millones.

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