La Bolsa de Cereales de Entre Ríos mediante su sistema de información publicó un informe elaborado por CCA, el cual explica el efecto de las precipitaciones sobre la región Pampeana que recompusieron los perfiles luego del paso deficitario del mes de junio.

Si bien en esta época del año no puede sorprender demasiado que las precipitaciones tiendan a recostarse sobre el este, el extendido período húmedo que dominó la primera década de julio no fue generoso el oeste, principalmente sobre Córdoba. En este sentido una excepción notable y por otra parte muy benéfica se concreto en el sudoeste de Buenos Aires. Marginalmente La Pampa, recibió algo de estas lluvias pero no en con el efecto que produjeron sobre el sudoeste de Buenos Aires. Una revisión del mapa de lluvias acumuladas en estos primeros once días de julio nos da una idea de cómo se distribuyeron las precipitaciones.

Las zonas mejor provistas y que se destacan con claridad en el mapa, comprenden el sudoeste de Buenos Aires, la zona de influencia del estuario del Río de la Plata y el centro sudeste de Entre Ríos. En estos sectores las lluvias ya alcanzaron el piso de los valores normales del mes de julio o los superaron, en el resto de la franja este, la provisión fue buena. Volviéndose deficitaria hacia el oeste de Santa Fe, Córdoba y en menor medida La Pampa. Esta franja mediterránea no puede considerarse particularmente despojada por estos eventos pluviales teniendo en cuenta la época del año, sin embargo hubiese sido bueno que la abundante humedad que también transitó la zona se traduzca en mejores lluvias.

 

El balance para el trigo

Más allá de los sectores mediterráneos que quedaron marginados de estas favorables precipitaciones, el efecto de estas jornadas húmedas sobre la disponibilidad hídrica del suelo para el trigo es muy benéfico, claro está con excesos temporarios que aparecen en el este y en la zona de influencia de Pigué en el sudoeste bonaerense.

En el mapa es evidente el gradiente hídrico de oeste a este que se ha definido con esta distribución de precipitaciones. El mismo no deja de ser lógico si tenemos en cuenta que la franja mediterránea ingresó al invierno con una tendencia deficitaria en los perfiles. 

La mayor parte del núcleo triguero tributario de Rosario se encuentra con buen nivel de reservas, secándose hacia el sur de Córdoba. A su vez todo el núcleo triguero del sur aparece más holgado, con margen para la evolución de las sementeras implantadas y también con margen de tiempo para implantar ciclos intermedios o tardíos.

 

Las necesidades y lo que viene

Partiendo del actual balance hídrico para trigo, puede estimarse cuál es la necesidad de precipitaciones para las próximas dos semanas. No es necesario hacer cálculos sofisticados para intuir que la franja este tiene sus necesidades hídricas satisfechas, observándose una concentración de la demanda pluvial en sectores del oeste. Esta situación define un patrón difícil de quebrar en lo que resta del invierno, es decir, es poco probable normalizar el nivel de reservas en la franja mediterránea, pueden concretarse mejoras, pero deberían observarse eventos como el recientemente acaecido en el sudoeste de Buenos Aires para que se concrete una mejora destacada en zonas con potencial triguero de Córdoba. La demanda de agua necesaria como para que se recomponga el perfil en el oeste es improbable de ser satisfecha, consecuentemente las expectativas para el desarrollo favorable de la actual campaña de trigo deben posicionarse mirando al este y sobre todo al sur de Buenos Aires.

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