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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 10 AL 16 DE ABRIL DEL 2024
Durante la última semana, reaparecieron las lluvias en forma generalizada. Teniendo en cuenta la sobreoferta de agua del mes de marzo sobre gran parte de la provincia y que el mes de abril había continuado con la presencia de aire húmedo, esta secuencia de días de lluvia desbordaron la capacidad receptiva en gran parte del territorio entrerriano.
El desarrollo de la zona de baja presión sobre el centro del país, hacia el día domingo, ya había tenido un anticipo sobre las provincias del centro del país durante el viernes. La saturación del ambiente, favoreció el despliegue de un muy extendido nimbostratus, nubes que promueven lluvias en forma continua y que logran desarrollos verticales de cuatro o cinco kilómetros. O sea, no son nubes de tormenta, pero si tienen un gran potencial pluvial. Estas lluvias resultaron muy favorables para el sur de CB, LP y oeste bonaerense, pero generaron un impacto negativo en las zonas donde los suelos se mantenían cercanos a la capacidad de campo. Cambiando del sábado para el domingo, ya con el ciclón en su estado de madurez y con una gran disponibilidad de humedad que recirculaba en toda la zona central del país, las lluvias se potenciaron.
Podemos observar en el mapa, vastas zonas donde los guarismos pluviales se ubican largamente por encima de los cien milímetros. Estadísticamente, el mes de abril aún mantiene lluvias superiores a los ciento veinte milímetros y más aún sobre el noreste. En áreas del sudoeste, centro y centro este, los acumulados ya han completado las marcas normales.
El buen tiempo que se ha instalado permitirá que las condiciones de piso y los caminos rurales presenten cierta mejora. Hacia el domingo, la inestabilidad aumenta debido al avance de un nuevo frente. Por lo pronto, las lluvias previstas para el domingo o en el cambio del domingo para el lunes se perfilan con valores inferiores a los quince milímetros. Luego ingresa aire más frío que favorecerá un ambiente otoñal. No se esperan heladas.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 17 DE ABRIL DE 2024
Debido a que en la mayor parte de la provincia no eran necesarias las precipitaciones, no sorprende que el balance hídrico presente una solución donde predominan los excesos. Como vemos, incluso en el norte de la provincia, sesenta milímetros bastaban para promover esta situación tan holgada, no hace falta describir demasiado las complicaciones que deben estar observándose en zonas donde estos acumulados se han duplicado.
Es posible que el escurrimiento natural haya favorecido una evacuación más rápida de los encharcamientos, respecto de lo que modela el balance hídrico, pero sin dudas hay muchos sectores donde el ingreso a los lotes aún está siendo muy complicado. El avance de la cosecha tiene que lidiar con la persistencia de este problema, con lo cual hay que estar muy atentos a la aparición y duración de las ventanas de buen tiempo que anticipan los pronósticos de corto plazo.
Como mencionamos, tenemos por delante una situación de bastante estabilidad, con buen nivel de insolación hasta el sábado inclusive. Durante domingo y lunes, volvemos a jornadas donde es probable el retorno de las lluvias. La frecuencia que están mostrando las ondas frontales se ubica en torno a los seis a siete días. De acuerdo a esto, hacia final de mes, volveríamos a tener precipitaciones. Es muy importante que entre pasajes frontales ingrese aire más frío y seco. Esto va quitando combustible a la siguiente perturbación. Por estos días, vemos que la circulación del noreste ha cedido, lo cual limita la entrada de humedad desde latitudes tropicales Esta dinámica se proyecta en un menor nivel de precipitaciones para el domingo o el lunes, según la zona. A medida que avanzamos hacia el mes de mayo, los máximos pluviales deberían correrse hacia el centro norte de la Mesopotamia.
La foto actual que presenta el balance hídrico está lejos de lo óptimo para la logística y el avance de la cosecha. La lectura a largo plazo es más optimista, entendiendo que con lluvias normales o subnormales, la siembra de la fina arrancara en tiempo y forma.
EL AGUA PARA LA FINA PARECE ASEGURADA. 18/04/23
Las lluvias que se observaron en toda la provincia entre el viernes y el lunes, dejaron un marcado sesgo positivo para lo que resta del mes, dejando complicaciones para el avance de cosecha, pero a la vez generando un acopio de reservas muy favorable para la próxima fina. Como hemos mencionado en otras ocasiones, la transición estacional siempre genera estas situaciones dicotómicas entre las necesidades de recargas de los perfiles y la necesidad de buen tiempo para la cosecha. Es un equilibrio difícil.
En cuanto a lo que resta del otoño, podemos decir que, respecto de las anomalías térmicas que mostraban los océanos circundantes el mes pasado, notamos algunos cambios que comienzan a marcar en forma más significativa la transición estacional. A comienzos de marzo éramos optimistas respecto de la poca probabilidad de que se concretaran heladas tempranas debido a que tanto el Atlántico como el Pacífico, presentaban calentamientos. Pues bien, esta situación se ha modificado. Sobre todo en el Atlántico, la corriente de Malvinas ha comenzado a dominar las aguas superficiales, notándose un flujo más frío. En el sur del Pacifico, también se debilitado fuertemente el calentamiento y posiblemente las nevadas de los primeros días de abril en el noroeste de la Patagonia, fueron causadas por aire más frío y húmedo que ingreso con previo recorrido oceánico.
En definitiva estamos ante una situación que es mucho más cercana a lo esperado para el otoño y ahora si es posible que los ingresos de aire del sur sudeste desde el Atlántico o los más continentales desde la Patagonia, comiencen a provocar heladas en el sur de la región pampeana.
Yendo al Pacífico Ecuatorial, podemos observar que en la zona central aún prevalecen las anomalías cálidas, la diferencia se da frente a las costas de Sudamérica, donde las aguas frías surgentes comienzan a neutralizar el calentamiento. Los modelos que predicen el comportamiento de estas anomalías, mantienen el patrón cálido para el mes de abril. El Niño como fenómeno oceánico es posible que aún se mantenga, sin embargo su injerencia sobre la circulación atmosférica debería comenzar a perder protagonismo. En todo caso, es un forzante que con mayor probabilidad tendrá influencia sobre el patrón pluvial del litoral y la Mesopotamia durante el resto del mes.
En términos de pronóstico para este indicador, que es el más importante por su amplia validación sobre el sudeste de Sudamérica, es muy probable que entre mayo y julio se mantenga dentro del rango de neutralidad. Luego las distintas simulaciones de los Institutos Oceanográficos internacionales, convergen sobre un enfriamiento hacia el mes de Agosto. O sea, tendríamos una salida a la primavera bajo la señal La Niña. Esto se ira confirmando en los próximos meses, pero es una herramienta que debemos tener en cuenta desde ahora. El año pasado para estas fechas, todas las expectativas se ponían en la confirmación de los pronósticos de El Niño, algo que finalmente sucedió. En el mismo sentido, debemos prepararnos para un escenario con un potencial pluvial más austero para la primavera, sobre todo para su segunda parte.
Dado que la provincia de ER, dispone de un alto nivel de humedad en sus suelos, los enfriamientos que pueden conducir a heladas serán difíciles de concretar. Si bien progresivamente, las masas de aire frío irán promediando medias mensuales más bajas, no deberíamos sorprendernos si el mes de mayo transcurre sin que se observen heladas. La inercia del ambiente húmedo asociado al fenómeno de El Niño seguirá sintiéndose durante el mes de mayo, donde también es factible que se generalicen los fenómenos de condensación, algo que también es favorable para mantener corta la amplitud térmica, morigerando el descenso de las mínimas y limitando el crecimiento de las máximas. Proyectando la situación térmica para el bimestre junio-julio, es improbable que evolucionemos hacia un invierno riguroso. Por lo general cuando se dan estas situaciones, los primeros enfriamientos, con irrupciones de aire polar se dan durante abril. Seguramente vamos a tener algunas semanas de mayor rigor, pero estimamos que nuevamente tendremos un invierno más bien corto y con un régimen térmico moderado.
En cuanto a lluvias, se espera que el trimestre mayo-julio se encamine hacia una oferta más cercana a la normal. Con la disponibilidad actual de humedad y un escenario de lluvias normales o incluso algo deficitaria, no habrá limitantes hídricas para el tránsito de los cultivos de invierno en sus fases iniciales. Si bien en el bimestre agosto septiembre puede ir afianzándose La Niña, iremos a la primavera con un respaldo en las reservas. Esto debe ser tenido en cuenta entendiendo que la floración de la fina no sería afectada con un rigor marcado. La problemática asociada a la escasez de lluvias puede verse reflejada más entrada la primavera, sobre todo en el bimestre noviembre-diciembre.
INVERSIÓN DEL SECTOR AGRÍCOLA GRANARIO DE ENTRE RÍOS Perspectivas para el año 2024
FINALIDAD
El presente boletín surge como parte del convenio entre la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y el INTA en Entre Ríos. Dicho convenio es parte de una estrategia de generación de información que sirva al sector privado y público en la toma de decisiones, dando mayores elementos de juicio, con metodología y una práctica periódica de relevamiento de información, desde la experiencia de ambas instituciones.
Su finalidad es proveer información relacionada con el esfuerzo de inversión que el sector privado agrícola, a través del conjunto de más de 10.000 empresas, realiza en la producción de trigo, soja, maíz, sorgo y arroz en la provincia de Entre Ríos.
La Tabla 1 muestra los costos de las labores en función de los últimos boletines, la proyección de siembra en función del promedio de la superficie sembrada para cada cultivo en el último lustro y la inversión total necesaria.
Se estima que, en la producción de más de 2 millones de hectáreas de los principales cultivos agrícolas de Entre Ríos, el sector privado podría invertir 1.103 millones de dólares.
Del monto total de la inversión estimada, se proyecta que los productores de Entre Ríos destinarán el 70 % para insumos y el 16% en gastos de labores, esto conforma una inversión en capital de trabajo de U$S 952.060.070.
El restante 14 % se utilizará para los gastos de cosecha, lo cual asciende a U$S 151.299.710.
Según las estimaciones, la principal inversión en capital de trabajo se realizará en soja (de primera y de segunda) con U$S 362.737.890, en segundo lugar, se destaca el maíz U$S 239.653.920.
Para más información ingresar al informe completo a continuación:
INVERSIÓN DEL SECTOR AGRÍCOLA 2024/25