Informes anteriores
PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 04 AL 10 DE ABRIL DEL 2018
Durante el último fin de semana, las lluvias se presentaron sobre territorio entrerriano, aunque sólo un alengua que ingresó sobre el sudoeste tuvo un performance destacada.
Desde el inicio de la semana pasada incluso hasta el día de hoy, se ha venido observando un sostenido posicionamiento de una masa de aire tropical. En esta época del año estas masas de aire ya comienzan a ser inusuales y en este sentido las perspectivas pluviales eran mejores que las que finalmente se validaron.
Desde el jueves pasado, comenzaron a desplegarse precipitaciones en el norte de BA, al tiempo que las coberturas nubosas avanzaban sobre el sudoeste entrerriano. Justamente fue el sur de ER, el que recibió las primeras lluvias cambiando para el viernes. No obstante esto, hubo que esperar a la transición hacia el fin de semana para que la inestabilidad aumentara el potencial pluvial. Sobre el centro sur de SF y el noreste de BA, las tormentas se desarrollaron con eficiencia y trasladaron este comportamiento hacia el departamento Victoria en la provincia de ER. Desde allí las lluvias se extendieron hacia el resto del territorio, en general perdiendo volumen, aunque dejando una buena performance en Tala y Uruguay. En forma puntual algunos eventos también se observaron en La Paz. Sobre los departamentos Paraná y Nogoyá, las lluvias no son malas para lo que puede considerarse un evento típico de abril, pero son claramente insuficientes para saldar los atrasos del semestre cálido. El resto de la provincia, prácticamente no recibió lluvias o fueron tan modestas que no impactan en la condición de humedad.
Las condiciones ambientales observadas en las jornadas previas a este último pasaje frontal, albergaban cierta posibilidad de que se desplegaran lluvias generosas, sin embargo sólo se observaron algunas tormentas transitando de Tala para Uruguay y saliendo luego hacia el país vecino.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 11 DE ABRIL DEL 2018
Con el balance hídrico resuelto a las 9hs del día de ayer, podemos notar la demanda de lluvias necesarias como para lograr quebrar la categoría “sequia” que todavía sigue muy firme en gran parte del territorio entrerriano.
Como vemos, las zonas que lograron salir del déficit extremo, debieron sumar al menos cincuenta milímetros, situación que no fue generalizada. Dentro de la zona que queda incluida en el naranja de la sequía, seguramente hay matices. Algunas mejoras, las lluvias observadas han generadas, pero siendo realistas, no fueron suficientes.
El proceso de cambio en el comportamiento atmosférico hacia un progresivo y más continuo mejoramiento en la oferta de agua parece estar desplegándose, el punto es que las necesidades pluviales son tan importantes que estas mejoras apenas se perciben en el nivel de reservas.
Debemos considerar que salvando las condiciones extremas de ayer, ya no hay exigencias por parte de las coberturas y la de la atmósfera está en franco retroceso. En consecuencia, si las lluvias reaparecen en la segunda quincena de abril, la recuperación de las reservas podrá seguir progresando.
Podemos decir que entre ayer y hoy, las lluvias han fracasado. Los registros que reportan las estaciones automáticas, son modestos. En las zonas más beneficiadas por las lluvias, hacia el departamento Uruguay, los acumulados apenas superaron los diez milímetros. Claramente además de cobertura, las lluvias deben ganar más volumen, algo que se acerque más a lo observado en el sudoeste durante el fin de semana.
Con el cambio de masa de aire, la situación tenderá a estabilizarse, pero la circulación del norte se recompone fácil y nuevamente habrá posibilidades para que las lluvias reaparezcan hacia mediados de la semana próxima. La recuperación es lenta, pero puede funcionar para la fina.
INFORME CLIMATICO MENSUAL 06/04/18
EL DÉFICIT SIGUIÓ A PLENO
La posibilidad de que marzo aportara una mejora pluvial de significancia, se vio rápidamente extinguida con el correr de la primera quincena. El arrastre deficitario del primer bimestre se fortaleció en un mes en que la estadística avala pensar en cambios positivos de la mano de la transición estacional. En este sentido, podemos decir que la segunda quincena presentó mejoras en las lluvias, pero las mismas quedaron lejos de satisfacer los altos niveles de demanda.
Dentro de la región pampeana, la zona mejor provista fue la costa bonaerense y justo en las jornadas de cambio de mes aparecieron algunos sistemas precipitantes destacados en áreas reducidas del interior de BA, sudeste de CB y norte de SL.
El centro norte de la Mesopotamia y el este del NEA, se comportaron de manera antagónica a la región pampeana. Allí la oferta de agua fue muy importante y algunas de estas precipitaciones lograron incursionar sobre el norte del territorio entrerriano. Ese fue el límite de estos sistemas precipitantes tropicales, los cuales normalmente deben avanzar sobre la zona núcleo y sobre la franja central en general, favoreciendo la concreción del máximo que demanda la estadística.
En la segunda mitad del mes, la presencia persistente de zonas de alta presión sobre la región pampeana, comenzó a perder presencia y esto facilito que el arribo de los frentes comience a ser más productivo. De todos modos la oferta. Puntualmente las perturbaciones llegaron los sábados de la segunda quincena del mes. La primera ocasión presentó una muy buena oferta de agua sobre el este de BA, pero resultó decepcionante para el resto de la zona núcleo. Algo similar sucedió con los sistemas subsiguientes, en cuanto a que los máximos quedaron concentrados en zonas relativamente reducidas.
La comparación de los registros pluviales con las marcas estadísticas (1973-2017), vuelve a dejar un vasto predominio de deficiencias en la zona agrícola principal. En el este bonaerense resalta una normalización del patrón pluvial e incluso sectores costeros donde las lluvias se ubicaron por encima de los valores normales.
No sorprende el corrimiento positivo de las precipitaciones en gran parte del centro norte de la Mesopotamia y el este del NEA. En esta última región agrícola, el gradiente pluvial de este a oeste es muy contundente y sin descartar datos que pudieron haberse omitido, claramente la zona oeste del NEA y el NOA, se acoplaron al complejo escenario que ya venía siendo persistente en la región pampeana.
La extensión de las lluvias desde el norte de SL hacia SJ generó en una anomalía positiva en esta provincia. En términos absolutos el acumulado pluvial no es significativo, pero si es inusual este nivel de precipitaciones en la provincia de San Juan. También fueron abundantes las lluvias en la zona noroeste de la Patagonia.
Comparando con el mes de febrero, el centro norte de la Mesopotamia resulta como la única zona productiva donde Marzo produjo una diferencia significativa y en general permitió que las reservas vuelvan a niveles normales, incluso sobrados sobre la provincia de Misiones. Ha sido buena la recomposición en el este de BA pero no del todo suficiente.
CLASIFICACIÓN DE LAS RESERVAS
Como es habitual, se analizan las condiciones de humedad actuales mediante la comparación con los valores de reservas normales para la fecha. Los resultados se clasifican en categorías, teniendo en cuenta para la estadística la serie de datos1973-2017.
A pesar de que se han observado mejoras en las lluvias en la segunda parte de marzo y en este comienzo de abril, estas precipitaciones no han sido suficientes para revertir el panorama dominante. Las reservas actuales quedan mayoritariamente clasificadas en la última categoría. Esto pone de manifiesto el gran déficit que ha impuesto el último trimestre. En términos relativos, es razonable que haya corredores donde se observen mejoras que no se aprecian en el mapa, pero solo por comparación con una instancia previa mucho más ajustada. En términos absolutos, la mejora pluvial aún no es suficiente como para generar un cambio contundente en la clasificación que se mostraba a principios de marzo. Las importantes lluvias observadas en la zona de influencia de Reconquista, sirven para aclarar este punto. Entre el 23 de marzo y el 3 de abril en la zona llovieron casi 200 milímetros. Ese volumen de lluvia permitió devolver el área a reservas que pueden considerarse normales. Posiblemente, no toda la región pampeana necesite este volumen de agua para normalizarse, pero el piso de las mejoras están por encima de los 100 milímetros.
La situación para la misma fecha del año pasado era muy sobrada sobre el oeste, con un panorama más ajustado sobre el este pero sin deficiencias tan generalizadas y difíciles de revertir como las actuales. Vemos que en el norte entrerriano la situación es similar a la actual, pero dentro de un contexto pluvial mejor que el que impera al presente.
El panorama que surge de la clasificación de humedad actual, define un escenario complejo para el desarrollo del mes de abril. Las expectativas de lluvias son aún favorables dentro de este período,
pero como acabamos de analizar la demanda es elevada. Hace falta una distribución de lluvia que revista dos características que se vienen extrañando en este último semestre: homogeneidad y volumen.
TENDENCIAS CLIMÁTICAS
Indicadores a Escala Global
El fenómeno de La Niña se ha venido debilitando pero aún está presente. Se prevé que el mismo evolucione hacia la neutralidad durante el transcurso del otoño. Los modelos de previsión convergen sobre el escenario neutral para la salida a la primavera y si bien la seca de Argentina no tuvo como única causa este fenómeno, que el mismo se degrade es una noticia positiva. En el mapa se aprecia el corredor frío sobre el Pacífico central.
Se remarcan las dos anomalías positivas que presentan los dos océanos. Estos calentamientos bien pueden generar un efecto moderador de las masas de aire que irrumpen desde el sur en esta primera parte del otoño y solo quedarían como riesgosas las irrupciones de aire polar, las cuales por lo pronto no se han perfilado con eficiencia como para poder afectar la región pampeana.
Indicadores a Escala Regional
Las condiciones actuales hacen pensar que todavía hay chances de lograr mejoras en el comportamiento pluvial. Hemos visto que las mismas han aparecido en forma sectorizada, pero por estos días hemos notado el arribo de masas de aire de origen tropical. Este tipo de masas de aire con eventos meteorológicos que logran extenderse generando mal tiempo por varios días, terminan aportando precipitaciones que tienden a lograr un campo acumulado más homogéneo.
Si luego de este periodo inestable que cierra el miércoles próximo, progresivamente logra recomponerse el ambiente húmedo, el inicio de la segunda quincena de abril tiene posibilidades de repetir una situación similar a la actual.
De todas maneras es menester destacar que a finales de abril las zonas agrícolas con pretensiones para desarrollar la fina, tienen que haber logrado acumular un piso de cien milímetros. Cualquier mejora de este piso será bienvenida. Por otra parte el sudeste de BA, cuenta con mayor margen para recuperar humedad, dado que elotoño suele ser productivo en cuanto a lluvias en la zona y las mismas logran incorporarse con mucha eficiencia al perfil.
CONCLUSIONES
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. Se prevén anomalías negativas en la precipitación del próximo trimestre (A-M-J). El efecto de La Niña se retira pero ingresamos en la etapa de normal restricción del as lluvias, lo cual juega en contra de satisfacer la alta demanda impuesta por la seca. La probabilidad de anomalías húmedas es muy baja. Es razonable salir del estado de extrema sequía en el que se encuentran vastos sectores con potencial para la fina, pero parece muy probable que buena parte de la zona triguera de la franja central de la región pampeana, no presentará a mediados de mayo, condiciones normales de humedad.
2. La temperatura media del próximo trimestre (A-M-J) se ubicaría en lo normal o ligeramente por encima de lo normal en promedio. Igualmente el escenario seco favorece las irrupciones de aire frío, sobre la región pampeana, pero no se prevén heladas rigurosas para abril.
COSECHA DE SOJA
Las precipitaciones interrumpieron las labores de cosecha de soja en gran parte de la provincia. Si bien las mismas eran muy esperadas por los productores, a esta altura no generaran un cambio substancial en el rendimiento del cultivo, aunque si permiten incrementar el agua en el perfil del suelo.
En general los rindes permanecen por debajo del promedio que había estimado la Bolsa de Cereales de Entre Ríos que era de 1.300 kg/ha, no obstante no se ha alcanzado un avance en la cosecha que permita precisar un promedio provincial.