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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 22 AL 28 DE MARZO DEL 2017
Sin mayores cambios en las condiciones ambientales, ha transcurrido la última semana. Algunas precipitaciones se observaron durante el miércoles 22 y otras en forma de chaparrones dispersos se concretaron durante el sábado 25, solo de manera puntual los registros lograron superar la barrera de los diez milímetros.
La abundante disponibilidad de humedad que a priori genera un contexto más que favorable como para que se concreten nuevos sistemas precipitantes, convive con una estructura atmosférica muy estable en altura, la cual bloquea el avance de las perturbaciones desde el oeste. Debemos remarcar que en las últimas jornadas se han registrado eventos pluviales muy destacados e inusualmente intensos en las zonas serranas de Córdoba. El bloqueo potencia las perturbaciones que llegan a la franja mediterránea encontrando una carga de humedad muy favorable para que se concreten este tipo de eventos. Los mismos normalmente deberían tener una distribución espacial más extendida hacia el este y por lo general es la zona núcleo la que recibe esos máximos pluviales.
Es razonable esperar que durante el domingo el bloqueo ceda parcialmente y las lluvias alcancen la provincia de SF. En ese momento precipitaciones marginales pueden concretarse en el oeste entrerriano. Algo similar y en forma de lloviznas o lluvias débiles puede repetirse durante el lunes. Lo que parece claro es que las importantes lluvias del oeste de la región pampeana no alcanzarían la provincia de ER.
Contextualizando este patrón de lluvias previsto, el mes de marzo tiende a cerrar con buena parte de la provincia con registros pluviales que no lograrán completar los valores normales. No es un escenario complejo para la época, incluso es favorable para la cosecha.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 29 DE MARZO DEL 2017
Las reservas de humedad han retrocedido a valores regulares para una pastura en vastas zonas productivas de la provincia. Sin embargo con cultivos con demanda minimizada o nula, es posible que debamos entender que este mapa está subestimando en parte el nivel de humedad.
La semana sin precipitaciones de importancia sin dudas ajustó a la baja las reservas pero no hasta un nivel que pueda considerarse problemático. Como decíamos considerando que las tareas de cosecha están ganando cultivares que ya han cerrado su ciclo, este tiempo seco debe ser considerado más que favorable como para el desarrollo de la tarea de recolección.
Debemos considerar que bajo las actuales condiciones del tiempo, tranquilamente podríamos estar en la provincia bajo una situación pluvial bastante más compleja, al menos con un patrón de lluvias que a la vez de generoso, resultaría perjudicial para el avance organizado de la recolección. Hacemos hincapié en que esta falta de precipitaciones no es lo esperado para la época y para el contexto, sin embargo en esta ocasión este período seco o al menos libre de precipitaciones destacadas, puede resultar muy beneficioso.
La trilla podría estar ganando varios puntos respecto de campañas anteriores si se valida la proyección de lluvias modestas para el inicio de la semana próxima. Esto es, es posible que entre lunes y martes los trabajos se vean alterados o interrumpidos, sin embargo, no se está previendo un escenario complejo para el tránsito de los primeros diez días de abril. Para entonces los cuadros de soja se irán incorporando en mayor volumen y ya comenzarán a validarse a campo los rindes que por el momento parecen potencialmente buenos. Las lluvias que generen recargas para la fina tienen tiempo para reaparecer.
COSECHA DE SOJA DE PRIMERA
Se inició la cosecha de soja de primera en la provincia de Entre Ríos, aunque han sido lotes puntuales. La superficie implantada se posiciona alrededor de 1.050.000 hectáreas (ha), cifra que será verificada cuando se finalice con el procesamiento de las imágenes satelitales.
En relación a las labores de trilla, los colaboradores informan que las tareas se generalizarán hacia mediados de abril si las condiciones climáticas lo permiten. Hasta el momento los rendimientos obtenidos presentan valores mínimos de 2.300 y máximos de 4.000 kg/ha.
El Gráfico N° 1 muestra la evolución de la condición general de la soja de primera durante su período crítico.
En primer lugar se destaca que la situación buena y muy buena dominaron durante toda la etapa a las condiciones menos favorables de regular y mala. La condición muy buena tuvo un valor mínimo de 44% y un máximo de 58%, y la situación buena un piso de 37% y un tope de 51%.
En promedio la condición buena a muy buena se ubicó en el 95%, mientras que el nivel medio de la situación de regular a mala fue de tan solo 5%, lo cual manifiesta una perspectiva de rinde que con respecto al promedio histórico debería ser superior.
A partir de la consulta efectuada a los colaboradores, se realizó una proyección del posible rendimiento promedio provincial para la soja de primera, el cual se posiciona entre el rango de 2.400 a 2.700 kg/ha.
CONDICIÓN DE LA SOJA DE SEGUNDA
El 34% del área total implantada con soja de segunda cuenta con una condición evaluada como muy buena, el 49% posee una situación de buena, 12% en condición regular y el 5% restante en un estado considerado como malo, porcentajes que se asocian a área estimada cercana a 250.000 ha.
El gráfico N° 2 describe la evolución de la condición general de la oleaginosa durante los últimos dos meses. En promedio la condición buena a muy buena se ubicó cercana al 83% y el 17% en una situación de regular a mala.
Los principales inconvenientes se relacionan con siembras tardías, baja densidad de plantas lograda por hectáreas y problemas de enmalezamiento.
El resultado de la encuesta efectuada a los colaboradores lleva a pensar que el rendimiento promedio provincial de la soja de segunda podría situarse dentro del rango de 2.000 a 2.300 kg/ha.
COSECHA DE MAÍZ DE PRIMERA
Con un progreso intersemanal del 15% el avance de cosecha ya ha logrado cubrir más del 77% del área total destinada a maíz de primera (261.000 ha) en Entre Ríos.
El rinde promedio provincial expresó una caída del orden de los 200 kg/ha, finalizando en 6.300 kg/ha. Cabe destacar que en la Campaña 2015/16 dicho valor cerró en 6.763 kg/ha, es decir que ya se observa una caída cercana al 7%. El avance y rinde promedio por zonas se detalla en el mapa N° 1.
En algunos casos los Colaboradores, indican que la pérdida en el rendimiento, pudo estar asociada a la falta de precipitaciones durante el período crítico del cereal.