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PRECIPITACIÓN ACUMULADA DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2015
Si bien la oferta de agua en la semana que se analiza se moderó respecto de la anterior, nuevamente se concretaron episodios pluviales generalizados, que en un vasto sector del territorio provincial acumularon lluvias con un piso de 30 milímetros, definiéndose corredores superadores de esta marca, con un máximo en torno de la ciudad de Paraná, que quebró los 70 milímetros. El centro del departamento Federal, recibió las lluvias más modestas, observándose un mínimo en la zona que contrasta de manera evidente con gran parte del resto de la provincia. Estos milimetrajes modestos también aparecen en la zona del delta y las islas.
Considerando sólo un volumen de agua cercano a los 30 milímetros semanale
s, ya es posible alcanzar los valores estadísticos del mes para la provincia de ER, sin embargo a lo largo de las últimas semanas, esta oferta hipotética fue claramente superada y es muy extendida el área donde a esta altura del mes se ha superado la barrera de los 200 milímetros. El análisis de estos guarismos debe quedar inserto en un contexto de gran escala que incluye a toda la Mesopotamia y al centro norte de SF. En particular la provincia de Corrientes se ha convertido en receptora de máximos pluviales en forma persistente que a la postre han inundado gran parte del territorio, con marcas pluviales que superan los 600 milímetros desde principio de diciembre. Este comportamiento extremo ha decantado hacia la provincia de ER, no con tanta severidad, pero si con una persistencia similar en eventos pluviales, los cuales parecen haber entrado en una pausa temporaria.
En efecto, por primera vez en mucho tiempo, la estructura atmosférica continental se sostiene influenciada por un sistema de alta presión que desorganiza la actividad generadora de sistemas precipitantes. Es posible que esta dinámica se sostenga hasta las últimas jornadas del mes.
ESTADO DE LAS RESERVAS AL 21 DE ENERO DEL 2015
Los excesos hídricos se han mantenido en aquellas zonas donde las lluvias superaron la barrera de los 40 milímetros. El alto nivel de almacenaje con que se contaba finalizando el domingo, no permitía incorporar esta cantidad de agua y por lo tanto en el amanecer del miércoles y con la suma de las lluvias de comienzo de semana, algunos departamentos reflejaban en el cálculo del balance hídrico su nula capacidad de absorber esta oferta de agua. Es necesario aclarar que no es posible considerar en el balance, los drenajes naturales, que en muchos sectores de la provincia son muy eficientes, sin embargo es obvio que la continuidad de eventos pluviales facilita la aparición continua de los excesos.
Un párrafo aparte merece la época en la que esta situación se viene concretando. Es sabido que la provincia suele transitar el mes de enero bajo condiciones hídricas muy exigidas, que en general muestran una recuperación en la transición hacia febrero. Este año y aun cuando por momentos el sudoeste de la provincia vio ajustadas sus reservas luego de las siembras, los cultivos han evolucionado dentro de un contexto que no se vio caracterizado por limitantes hídricas.
El estado actual de humedad de la provincia puede considerarse en mucho casos óptimos, sobre todo para los cultivos más demandantes como el maíz, sin embargo también es natural advertir el riesgo que supone la continuidad de un escenario que favorece la persistencia de excesos hídricos.
Es muy tranquilizador ingresar al período crítico de la soja con esta disponibilidad de agua, pero también es evidente que habrá que redoblar los esfuerzos para controlar las enfermedades que puedan aparecer vinculadas a este patrón más húmedo que el habitual. Esta semana que se proyecta potencialmente más seca que el patrón dominante, es un respiro saludable para los cultivos.
EL LITORAL ATLÁNTICO, PROTAGONISTA EXCLUYENTE
Desde finales del invierno todas las expectativas para el desarrollo de la actual campaña de granos gruesos, se centraban en la concreción de los pronósticos que auguraban la aparición del fenómeno de El Niño para el último trimestre del año. Como es sabido la influencia de este indicador sobre las lluvias es positiva para la performance de los maíces entrerrianos, dado que en general se marca una sobreoferta de agua en momentos que este cultivo transita su período de mayor demanda, lo cual evidentemente es favorable. Pues bien, durante el mes de noviembre y gran parte de diciembre, el calentamiento apareció en el Pacifico Ecuatorial central, pero no con una intensidad que pueda servir como argumento para justificar el comportamiento de las lluvias de este comienzo de año y mucho menos del total anual del pasado.
Durante todo el tránsito de 2014 y salvando el hostil ambiente que se observó durante la transición interanual, las lluvias siempre mantuvieron una tendencia hacia los desvíos positivos. Se observaron períodos secos, pero estos fueron relativos en su impacto y su persistencia. Nunca, luego del mes de enero, se concretó un estado hídrico que pudiera considerarse sequía a lo largo de todo 2014 y mucho menos en este comienzo de 2015. Evidentemente hubo un factor ajeno a la aparición del fenómeno de El Niño que fundo este escenario tan sobrado de agua. El indicador más influyente en este sentido es sin dudas el persistente calentamiento del litoral atlántico.
En la foto se aprecia la anomalía cálida de las últimas cuatro semanas, la misma foto se ha reproducido a lo largo de los últimos doce meses, con variaciones en la intensidad, pero con un efecto intenso sobre el este de Sudamérica a la hora de volcar humedad sobre el continente. En los períodos en que la circulación del noreste es dominante, y por cierto el semestre cálido lo es, las masas de aire húmedo ven potenciado su accionar sobre la Mesopotamia. Si a esto se le suma una alta frecuencia de pasajes frontales, muy poco bloqueados o desviados en la última temporada, convergen elementos básicos como para garantizar la continuidad de un patrón superador de la oferta normal de lluvias.
En definitiva esta situación confirma la importancia del monitoreo de las anomalías térmicas del litoral atlántico, tanto que en esta temporada la persistencia de su calentamiento ha sido más influyente que el débil fenómeno de El Niño que ya ha comenzado a desdibujarse.
Mientras se mantenga la anomalía positiva en el Atlántico y la dinámica atmosférica sea capaz de transportar eficientemente la humedad, el este de la región pampeana, seguirá en el epicentro de los máximos pluviales. Esto puede garantizar la demanda de agua de los cultivos, pero a la vez debe servir como advertencia para definir las estrategias para enfrentar enfermedades de fin de ciclo y posiblemente un escenario con dificultades a cosecha. El monitoreo de la situación debe ser permanente.
VERANO CON PRECIPITACIONES SOBRE LO NORMAL
En la provincia de Entre Ríos desde el mes de diciembre el escenario climático se ha presentado con lluvias muy por encima de lo habitual.
Analizando los datos estadísticos del SIBER se puede calcular que la precipitación acumulada esperada desde diciembre a mediados de enero en Entre Ríos se posiciona alrededor de 180 mm; pero al 15 de enero del 2015 el valor acumulado promedio en la provincia se ubicó cercano a 320 mm. Esto implica un plus de 140 mm, lo cual equivale a un aumento cercano al 80% en el monto de las precipitaciones en el período analizado.
En el Gráfico Nº 1 se muestra el promedio diario de las lluvias en la geografía entrerriana y su valor promedio acumulado.
En los últimos 46 días hubo en promedio un total de 24 días en los cuales la precipitación promedio diaria fue superior a 1 mm, detectándose 4 eventos importantes con valores superiores a 30 mm/día concentrados desde el 20 de diciembre al 10 de enero.
En los últimos 13 años se presentaron un total de 5 eventos “El Niño”. Analizando el promedio de la lluvia acumulada de diciembre a mediados de enero se aprecia que este ciclo agrícola se posiciona en tercer lugar de importancia en base a los milímetros registrados.
El Mapa Nº 1 muestra la distribución del monto total de las lluvias acumuladas desde diciembre del 2014 a mediados de enero del 2015.
Tal como puede apreciarse, los mayores registros se ubicaron en el norte provincial, fundamentalmente en los departamentos La Paz, Feliciano, Federal, Concordia y Federación con rangos mínimos que superaron los 400 mm.
En el Mapa Nro 2 se puede observar la situación promedio de las reservas hídricas, destacándose que en el norte (donde las lluvias superaron los 400 mm), se generó un escenario donde dominaron los excesos hídricos.
CONDICIÓN DE SOJA DE PRIMERA
El estado fenológico de la soja de primera es tan amplio como lo ha sido la ventana de siembra, detectándose lotes en estado vegetativo hasta los primeros sembrados con grupos cortos a mediados de septiembre que están prontos a ser cosechados.
La mayoría de los lotes de soja de 1era se encuentran entre R1 (inicios de floración) y R3 (inicios de formación de vainas).
En cuanto a la condición del cultivo, el 93% se mantiene dentro de la calificación de buena a muy buena, con tan solo el 7% en unas situación de regular a mala.
En lo referente a insectos plagas se están observando orugas defoliadoras y chinches en el cultivo por lo que se están haciendo los controles respectivos.
CONDICIÓN DE SOJA DE SEGUNDA
En base a las consultas efectuadas a la Red de Colaboradores se determinó que la condición general de la soja de 2da en la provincia está conformada de la siguiente forma: situación muy buena 17%, buena 53%, regular 28% y mala 2%. En el Mapa N°3 se muestra la condición de la oleaginosa por zonas.
El estado fonológico engloba desde emergencia hasta los implantados sembrados en fechas tempranas que se ubican alrededor de R1 (inicios de floración).
Al igual que soja de primera se estan realizando aplicaciones preventivas con insecticidas.
ALERTA SANITARIO PARA TIZON FOLIAR Y ROYA COMÚN DEL MAÍZ
El monitoreo de maíces de siembra de segunda o tardíos muestra que se encuentran en diversos estados vegetativos, con muy buena implantación y un estado sanitario general muy bueno. Sin embargo las condiciones ambientales son altamente conductivas para el desarrollo de enfermedades foliares, especialmente tizón foliar común por Exserohilum turcicum.
Se observan síntomas sobre las hojas de maíz que no son ocasionadas por patógenos y posiblemente se trate de aplicaciones de fertilizantes (Foto Nº 1).
En hojas inferiores y algunas muy expuestas en el estrato superior (Foto Nº 2) se detectan síntomas iniciales conjuntos de roya común del maíz (Puccinia sorghi) y tizón foliar (E. turcicum). Además se observan síntomas leves de “rayado bacteriano”, posiblemente favorecido por el ataque de insectos y los vientos fuertes que causan heridas en las hojas (Foto Nº 3).
Las condiciones ambientales de esta semana permitirían un incremento de las enfermedades foliares, lo que supone la importancia de aumentar la frecuencia del monitoreo de los lotes de maíz.
Un buen monitoreo debe ir acompañado de un diagnóstico preciso de los síntomas para confirmar su origen patogénico.