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Informe CCA: Reservas a mediados de julio

Partiendo de las condiciones actuales, se plantean posibles escenarios de humedad para el tránsito del invierno.

Pensando en primavera

Las reservas de humedad durante el invierno muchas veces pierden importancia a la hora de proyectar la posible salida hacia la primavera, época en la cual el patrón pluvial comienza a recomponerse, volverse más generoso y lentamente trasladarse hacia el oeste. Sin embargo las zonas que transitan el invierno con reservas más sobradas son las que mejores posibilidades tienen para solventar posibles deficiencias o atrasos de la llegada de estas precipitaciones.
Actualmente las zonas más holgadas de humedad y que clasifican sus reservas como superiores a los valores normales, configuran una zona que comprende la mayor parte de la provincia de ER, centro norte de SF y sectores del norte central de BA. Desde el centro de Marcos Juárez y Unión hacia el noreste de CB, las situación puede considerase normal a ligeramente por encima de los valores normales para la época. Esto se repite en zonas del oeste de BA y el centro de LP. El sur de SF presenta niveles de humedad que disminuyen hacia el sudoeste ingresando al sudeste de CB, con almacenajes que clasifican muy por debajo de los normales. Con matices esta es también la situación del resto de sur de CB y las zonas agrícolas del centro y norte de esta provincia, aunque claramente el sudeste de CB es el más ajustado. Los partidos costeros del este y el sur de BA, incluyendo parte de Coronel Dorrego, presentan la situación más deficitaria de la provincia de BA. Si bien hemos mencionado en el Informe Climático Mensual que esta zona climáticamente tiene buenas perspectivas para recibir agua durante el invierno, las necesidades pluviales son perentorias, principalmente de cara a las siembras de ciclos largos en la zona de influencia de Tres Arroyos.
Las zonas mediterráneas durante el mes de mayo, ya han comenzado deficiencias pluviales en mayo que anticipan el comportamiento del trimestre frío. Es decir estas zonas no pueden esperar más  que aportes menores e irregulares, por lo tanto su situación actual de reservas solo se revierte a partir de anomalías pluviales es decir, comportamientos que no son los esperados. A pesar de que los comienzos de junio han mantenido niveles altos de humedad en capas bajas de la atmósfera, la actividad que genera sistemas precipitantes ya se ha aplacado y el centro este de la región pampeana se ha constituido en la zona más húmeda. El corto plazo no trae agua para la región pampeana en general y para las zonas del oeste en particular. Las novedades en cuanto a una mejora en la oferta de agua llegarían recién entrada la segunda quincena de junio. Esto ya ha sucedido en mayo.
El repliegue de las lluvias hacia el este no puede considerarse anormal, sin embargo dentro de la franja este la oferta de agua se ha vuelto escasa hacia el sur y esto si puede considerarse una “falla” respecto del comportamiento esperado. Si se corrige este comportamiento el este y el sur de BA, mejorarán rápido, de otro modo la situación será matizada con predominio de deficiencias hídricas.
Partiendo de la condición actual y proyectando las reservas para una pradera hasta mediados de julio bajo tres escenarios pluviales posibles, podemos asomarnos a la situación hídrica para mediados de invierno.
Con precipitaciones normales, la mejora es importante en todas las zonas deficitarias de la provincia de BA, sin embargo, este nivel de agua no plantea una recuperación destacada para CB. Recordamos que el cálculo de los escenarios se realiza para una pradera de consumo constante a lo largo de todo el año. Esto es, un campo barbechado y en descanso después de la soja, puede presentar una situación hídrica mejor. Sin embargo estos mapas permiten reconocer que a gran escala, las zonas del oeste mediterráneo tienen las perspectivas más problemáticas. Obsérvese que sobre el sur de BA, el escenario seco impacta principalmente en Tres Arroyos su zona de influencia. Este sector debe recibir por lo menos 30 milímetros hasta mediados de julio para transformar su situación actual. Esta marca no es improbable para la zona, la estadística al menos, no la presenta como un valor de baja probabilidad de ocurrencia.
Los mapas a gran escala presentan resultados favorables, con performance más ajustadas hacia la provincia de CB. Las lluvias que se esperan para la segunda parte de junio irán perfilando cual escenario se va posicionando como la solución más cercana a la real. En principio el escenario húmedo solo sería esperable en zonas de zonas del centro este de la región pampeana, para el resto del área predominarán situaciones que se ubiquen entre el normal y el seco. La calve para el sur será ver si los sistemas precipitantes que mostraron innecesaria abundancia en zonas mesopotámicas, comienzan a descender hacia el sur generando una provisión más homogénea sobre el este adecuándose al comportamiento climático esperado. Nuevamente habrá que esperar de siete a diez días para ver como se define la entrada al invierno.

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