En Entre Ríos se cosechó el 6 % del área implantada con trigo en el ciclo 2022/23, informó el Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER).

El informe recordó el contexto en el cual el productor tuvo que planificar la superficie destinada al cereal, considerándolo «muy complejo y oscilante». En una primera instancia, el precio del fertilizante nitrogenado que se encontraba “por las nubes”, lo cual generaba un factor que desalentaba la siembra. Avanzada ya la época de implantación, se produjo una disminución en los precios de los fertilizantes y un alza en la cotización del trigo, que evidentemente volcó la balanza hacia el cereal.
El SIBER está finalizando el procesamiento de imágenes satelitales para la determinación de la superficie cultivada. Los resultados marcan un claro incremento del cereal, que podría posicionarse cercano a las 570.000 hectáreas (ha), lo cual representaría un crecimiento interanual del 10%.
Si bien es muy escasa el área cosechada para determinar el rendimiento promedio provincial, el SIBER destacó que es interesante mencionar que a nivel de lote se registraron valores desde 800 a 6.000 kg/ha. «Esta gran amplitud en los rendimientos se asocia a dos factores: el efecto de las heladas tardías (agudizado por el efecto de la ubicación del lote sobre el relieve), escasas precipitaciones y baja incidencia de enfermedades», sostuvo.
La finalización del verano y el inicio del otoño presentó una adecuada recarga hídrica del perfil. En cambio, desde el inicio de la siembra (mayo) hasta la madurez fisiológica del cultivo (octubre), solamente en agosto hubo un extra en los montos de las precipitaciones, en consecuencia, hubo un déficit del 40 % (160 mm).
Finalmente, en el reporte semana se destacó que el efecto de la temperatura máxima desde 01 de septiembre al 10 de noviembre, ha posibilitado una excelente tasa y duración de la etapa de llenado de granos. A su vez, mostró el comportamiento del promedio de la temperatura máxima en Entre Ríos obtenido de la red de centrales meteorológicas de la BCER.
«El año 2021 que se caracterizó por muy buenos rendimientos en el cereal totalizó 11 días con máximas que superaron los 30 °C, siete de los cuales fueron durante la última semana del mes de octubre, que evidentemente redujo el rendimiento potencial.
En cambio, en el año 2022 tan solo hubo tres días con máximas superiores a los 30 °C», indica.
A modo de conclusión, el SIBER destacó que posiblemente los lotes topográficamente más elevados, con una oferta levemente por debajo de lo normal y que no resultaron perjudicados por las heladas tardías, presentan rendimientos muy por encima del promedio provincial.

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