Como puede observarse, por ejemplo al 12 de enero, el 95% de la superficie de Entre Ríos se encontraba en una situación considerada como sequía y tan solo el 5% restante poseía reservas escasas, de mantenerse este escenario hubiera sido catastrófico para la soja de 1era ya que estaba iniciando su período crítico.
Hacia fines del mes la situación mejoró luego de producirse precipitaciones, que en algunos casos alcanzaron montos considerables. No obstante, también existieron áreas en donde las lluvias fueron insuficientes, a pesar de ello contribuyeron a frenar el dramático panorama.
El mes de febrero se presentó mucho más confortable para el cultivo, si se observa en el gráfico la fecha 9 de febrero se puede apreciar que el área de sequía ha desaparecido, existiendo un 6% de la superficie con reservas escasas, 21% con reservas regulares, 27% con reservas adecuadas, 31% de reservas óptimas y un 15% de reservas excesivas que no figuran en el gráfico. Dicho en otras palabras, al 9 de febrero el 74% de la provincia contaba con reservas desde adecuadas hasta excesivas.
Un proceso inverso sufrió la soja de 2da, la cual tuvo un desarrollo interesante hasta fines de febrero, ya que al 23 de ese mes el área de sequía era de tan solo el 1% y el de reservas escasas del 10%; ubicándose el 89% restante entre reservas regulares a excesos (regulares 25%, adecuada 20%, óptima 22% y excesos 12%).
Posteriormente al comenzar su período crítico el área de sequía creció hasta posicionarse el 23 de marzo en el 37%, las reservas escasas crecieron hasta el 57% y apenas un 6% con reservas consideradas como regulares.
En lo que respecta a Roya, en los primeros días de marzo se detectó su presencia, aunque posteriormente el ambiente no fue propicio para la expansión del patógeno.
La cosecha de soja de 1era se inició hacia mediados de marzo y finalizó hacia mediados de mayo, observándose en general un ritmo constante en la trilla.
Para soja de 2da, la trilla se inició hacia mediados de abril y concluyó a mediados del mes de junio, presentándose algunas demoras desde la segunda quincena de mayo en adelante como consecuencia de las reiteradas precipitaciones, ver Gráfico 4.