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últimas 4 semanas 
Hemos transitado otra semana donde las precipitaciones han estado prácticamente ausentes. Más allá de los modestos registros captados por las estaciones automáticas y que son representados en el mapa con valores que no superan el milímetro, la mayor parte de la provincia se mantuvo libre de lluvias.
Entre viernes y sábado las coberturas nubosas ganaron terreno sobre el sudoeste, para luego dispersarse en su movimiento hacia el noreste. Este fue el período de mayor inestabilidad, dentro del cual no se pudo quebrar la estructura vertical de la atmósfera como para que la nubosidad logre desarrollo y aumente la probabilidad de que ocurran algunos chaparrones.
Como se ha venido observando, la circulación del norte ha impuesto condiciones veraniegas, con valores de humedad elevados que promueven un ambiente poco confortable. Lo más notable es que a pesar de la alta disponibilidad de humedad en las capas bajas de la atmósfera, en altura prevalece una dinámica que inhibe los desarrollos de nubosidad y por lo tanto, las lluvias de importancia se mantienen alejadas del territorio entrerriano y de gran parte de la región pampeana, con excepción de áreas del sudeste de la misma.
Las excepcionales condiciones ambientales que se han instalado en este último tramo de julio, deberían favorecer el retronó de las precipitaciones. No obstante esto, los modelos de pronóstico siguen entregando soluciones con magros acumulados para el territorio provincial. Las conceptos que venimos desarrollando en las últimas semanas siguen en plena vigencia y si bien dentro del actual contexto es más probable que previo al cambio de tiempo se concreten algunas tormentas, no es un escenario que se presente como generalizado para la provincia de Entre Ríos en el corto plazo. De todos modos, a partir de mañana ingresamos en un período que puede dejar registros algo más generosos.
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Las reservas de humedad siguen retrocediendo al ritmo de la falta de precipitaciones y las altas temperaturas. Es decir, las reservas se consumen no como en verano, pero más rápido que lo habitual para la época.
Los cultivos de implantación tardía pueden ser los que evidencien con mayor impacto la falta de humedad superficial, al tiempo que los sembrados en forma temprana deberían haber alcanzado niveles más profundos con mayor concentración de humedad.
El final de mayo y el desarrollo del primer bimestre del invierno han sido mayormente secos, bajo condiciones térmicas que han promediado valores que se desplazan por encima de las marcas estadísticas. Más allá de que se han concretado heladas, el tránsito del invierno es más que benigno.
Como puede apreciarse en el mapa, una buena porción del sudoeste provincial se mantiene con reservas adecuadas, condición que en forma discontinua, también se proyecta hacia el este. El departamento Villaguay se mantiene como el epicentro de las reservas más ajustadas y no cae en niveles de sequía sólo porque estamos transitando la época en que la evapotranspiración es mínima.
Si bien el paso deficitario que ha llevado el mes de julio induce a pensar en un panorama de riesgo de cara a la floración de la fina o el inicio de la gruesa, el escenario más probable es el que marca un cambio positivo que no debería demorarse a medida que transitemos el mes de agosto. Es razonable que se planteen ciertas incertezas acerca de esta recuperación, sin embargo hay que enfatizar que los indicadores se suman a favor de que este cambio se concrete. Las perspectivas de corto plazo no dan señales favorables en este sentido, pero esto se modificará a medida que avance el próximo mes.
En base a los datos obtenidos de la Red de Centrales Meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos se elaboró el Gráfico Nº 1, el cual describe el comportamiento de la temperatura mínima promedio diaria en la región destacándose en color azul los días en los cuales hubo helada agronómica.
Cabe recordar que se define como helada agronómica a todo descenso térmico igual o inferior a 3 ºC medido en el abrigo meteorológico, lo que equivale a 0 ºC o menos a la intemperie en superficie. Desde el punto de vista meteorológico se considera helada a todo descenso térmico igual o inferior a 0 ºC medido en el abrigo meteorológico.
Desde el primer día de junio hasta el 28 de julio se detectaron un total de 20 días con heladas agronómicas, es decir que muy probablemente a la intemperie a nivel del suelo, la temperatura se encontraría cercana o por debajo de los 0 ºC.
Hasta el momento, el promedio de marca térmica más baja se midió el viernes 19 de junio con un valor de -3,2 ºC; en contraposición el promedio de la marca mínima más elevada fue de 19,1 ºC, lo cual ocurrió entre el 5 y 6 de junio.
Gráfico Nº 1: Variación de la temperatura media mínima diaria entre 01/06/15 al 28/07/15
Mapa Nº 1: Condición del cultivo de trigo por zonas en Entre Ríos
En el ámbito provincial se finalizó con la siembra del cereal, proyectándose por el momento una significativa caída en el área. Como es habitual, en los próximos meses se analizarán imágenes satelitales para poder analizar con mayor exactitud el grado de descenso a nivel departamental y provincial.
El estado fenológico del cultivo abarca desde lotes que se encuentran en emergencia hasta chacras donde el trigo está en pleno período de macollaje.
En base a consultas efectuadas a la Red de Colaboradores se estimó que a nivel provincial el 15% del área manifiesta una condición evaluada como muy buena, concentrándose el 72% bajo una situación considerada buena y bajo una calificación de regular el 13% restante. Una de las causas de la condición regular, es la falta de agua que se da en algunas zonas de la provincia.
En el Mapa Nº 1 se muestra la condición del cereal en las cuatro zonas en las que se ha dividido a la provincia.
En lo que respecta a la población de insectos, los Colaboradores comunican que se han efectuado algunas aplicaciones para el controlo de “pulgón” y en relación a la situación sanitaria se detectaron lotes puntuales con presencia de “mancha amarilla”.
Gráfica Nº 2: Condición del cultivo de lino por zonas en Entre Ríos
Al igual que para el cultivo de trigo, los agricultores han finalizado las labores de siembra de la oleaginosa, proyectándose una superficie para el ciclo 2015/16 que se situaría alrededor de 13.000 ha.
En general no se han detectado inconvenientes en la implantación del lino, lográndose adecuadas densidades de plantas por hectárea.
El estado fenológico se ubica desde emergencia hasta lotes donde el cultivo ha alcanzado una altura de 10 cm aproximadamente.
En lo que respecta al estado general del lino, el 16% del área total está en condición muy buena , concentrándose el 81% dentro de una calificación buena y tan solo el 3% en una situación regular. En el Gráfico Nº 2 se detalla la condición en las cuatro zonas en la que se ha dividido a la provincia.
