En el informe de la semana pasada, mencionábamos que si bien se observaba un aumento en la frecuencia de los pulsos de aire frío, los mismos solo presionaban por definir una transición hacia el invierno, aunque las masas de aire húmedo seguían manteniendo su presencia problemática en gran parte de la región pampeana. Esta condición tiene su impacto principal en el sudeste de ER, sector que se ha acoplado a gran parte del este bonaerense donde se vienen dando lluvias que favorecen el despliegue de excesos hídricos, devenidos en anegamientos en las zonas bajas.
La primera década de junio transcurrió con precipitaciones menores en el territorio entrerriano. En general se observaron lloviznas que solo son registradas por la red de estaciones automáticas, pero que marcan la continuidad de la presencia de masas de aire que mantienen el potencial pluvial. Del martes para el miércoles algunas precipitaciones más intensas se desplegaron en el noreste de la provincia, en algunos casos superando los 20 milímetros y proyectándose de manera modesta hacia el sur. Estas lluvias anticiparon un evento de mayor importancia que puede estar concretándose en el transcurso de la jornada de hoy. Las tormentas que recorren la provincia de BA, se irán desplazando hacia el norte y el este, tomando gran parte del territorio entrerriano, con una fuerte variabilidad espacial en los acumulados pluviales, pero posiblemente con un piso que se ubique en los 20 milímetros.
Tras el pasaje de este sistema de mal tiempo, se espera una intensa circulación del sector sur que impondrá una masa de aire más frío y seco. El fin de semana será frío, con ambiente más cercano al esperado para la época. No se descarta que algunas heladas puedan llegar al sur de la provincia durante el sábado o domingo, aunque claro está, los suelos húmedos moderan estos enfriamientos.