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últimas 4 semanas 
Las lluvias que se representan en el mapa, se concretaron principalmente durante el miércoles de la semana pasada. Para entonces, el sistema de mal tiempo de las jornadas previas, ya se había movido por completo hacia el sur de Brasil, pero con el sudeste de Corrientes y el noreste entrerriano aún dentro del área de precipitaciones. Mientras en gran parte del territorio entrerriano, quedaban algunas lloviznas o lluvias débiles, el noreste del territorio sumó lluvias más generosas. Luego, tanto el viernes como el sábado, la mezcla de aire frío con la humedad residual, favoreció la inestabilidad en las capas bajas, dejando breves chaparrones muy dispersos.
En la transición intermensual se observó un importante cambio de circulación. El mismo promovió la entrada de aire frío y un regreso al ambiente otoñal, sobre todo un marcado secamiento de la masa de aire. Esto ha confirmado la entrada a un período relativamente largo donde las precipitaciones se mantendrán ausentes. El enfriamiento del sábado fue importante, pero no llegó a dejar heladas.
Las jornadas que estamos transitando se caracterizan por una marcada estabilidad atmosférica. En tanto, es gestionada por un intenso sistema de alta presión sobre el área continental, que favorece el despliegue de cielos despejados o con un tránsito de nubosidad menor. Por otra parte, los vientos del sector norte ya comienzan a incidir en la recuperación de las temperaturas. Las mismas, posiblemente desde el fin de semana, alcancen registros que pueden considerarse elevados para la época, por encima de los valores normales.
El mes de mayo no se perfila demasiado llovedor. Ya se puede asegurar, con alta probabilidad de que se valide, que la primera quincena del mes no tendrá lluvias o, en todo caso, los aportes serán muy pobres. Para el informe de la semana próxima ya tendremos mayor certeza de la potencial oferta para la segunda quincena, sabiendo que el mes tendrá un recorrido deficitario.
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El balance hídrico a nivel provincial presenta muy buenas condiciones de humedad. Como decíamos la semana pasada, este estado de reservas da cierto margen para el inicio de las siembras tempranas de la fina.
Cualquier estrategia de implantación en la segunda quincena debe contemplar que esta foto de partida seguramente mostrará un retroceso en los próximos diez días. En consecuencia, posiblemente se deba esperar la llegada de algún chaparrón en la segunda quincena para optimizar la humedad en la cama de siembra.
Las condiciones del tiempo en este inicio de mayo son ideales para cerrar las labores de cosecha. El ambiente tenderá a mantenerse seco y las temperaturas algo cálidas para la época.
Lo disruptivo de esta situación es que estamos muy adentrados en el mes de mayo como para tener estos vaivenes en el comportamiento térmico, algo que es esperable entre la última quincena de marzo y la primera de abril. De hecho, tuvimos una inoportuna y rigurosa entrada de aire frío a finales de marzo, la cual fue totalmente eventual y no marcó ningún tipo de tendencia. La transición intermensual, quedó lejos de reproducir aquel escenario tan frío en abril, no se registraron heladas en la provincia. Se dieron jornadas con ambiente frío y otras con baja sensación térmica, pero en el promedio, las temperaturas extremas (máximas y mínimas) se mantuvieron cercanas a los valores estadísticos. Las mínimas más bajas recién aparecieron en las últimas dos jornadas del mes, pero con un piso que en las zonas más frías, registraron unos 4ºC.
Los próximos días presentarán una fuerte persistencia en las condiciones meteorológicas, con la estabilidad como principal características. Eventualmente, se notará algún descenso térmico temporario con el paso de perturbaciones frontales y una breve rotación de los vientos al sector sur. Sin embargo, hay muy poca humedad como para que se concreten precipitaciones.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos da a conocer el informe correspondiente a la superficie sembrada con soja en el ciclo 2021/22 en la provincia de Entre Ríos, Argentina.
El presente trabajo fue elaborado en base a datos aportados por la red de colaboradores, el procesamiento de imágenes satelitales y salidas a campo efectuadas por los profesionales de la institución.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos agradece a la red de colaboradores por toda la información brindada para la elaboración de esta publicación.
Para ver el informe completo presione el siguiente link:
INFORME COMPLETO
En Entre Ríos, el área sembrada con soja de primera en el ciclo 2021/22 fue de 553.300 ha y abarcó el 52 % de la superficie total implantada. De este área, se cosechó el 39 % (215.800 ha) con un rendimiento promedio provincial de 2.450 kg/ha. En consecuencia, hasta el momento existe un incremento interanual del 25 % (489 kg/ha) y en relación al promedio del último lustro la variación es del 9 % (204 kg/ha).
No obstante, se evidencias diferencias muy marcadas por zonas, asociadas fundamentalmente a la precipitación acumulada entre enero y febrero (período crítico del cultivo) y el potencial productivo de cada zona (Figura 1).
Los rendimientos más bajos se detectan en el sector Norte y Este con valores de precipitación muy similares, y rindes de 1.900 y 1.950 kg/ha, respectivamente.
El sector Oeste (con suelos de mayor potencial agrícola que los anteriores) registró un leve incremento y promedió 230 mm, con un rendimiento promedio de 2.550 kg/ha.
Finalmente, el sector Sur tuvo una precipitación promedio de 320 mm (aproximadamente 100 mm más que el resto de la región) y eso explica mayormente que el rendimiento promedio se posicione cercano a 2.950 kg/ha.
De mantenerse este rendimiento promedio provincial, la producción se posicionaría alrededor de 1.355.858 t, lo cual representaría un incremento interanual del 17 % (199.260 t).
Figura 1: Relación entre la precipitación acumulada de enero y febrero en el ciclo 2021/22 y el rendimiento promedio por zonas de la soja de primera en Entre Ríos al 05/05/22.
La superficie implantada con soja de segunda en la provincia de Entre Ríos fue de 506.300 ha en el ciclo 2021/22 y abarcó el 48 % del total. El avance en las labores de cosecha es de tan solo el 7 % (36.000 ha).
Los colaboradores comunican que, en algunos lotes, la oleaginosa no llegó a la etapa de madurez comercial y, por otra parte, las cuantiosas precipitaciones ocurridas la semana pasada (fundamentalmente en el Este y Norte del territorio) han paralizado las labores debido a la falta de piso en los lotes o la dificultad de poder transitar por los caminos rurales.
Cabe recordar que el año pasado a esta misma fecha ya se había cosechado el 24 % del área implantada.
